• A cinco años de interponer denuncias y a tres una Recomendación de la CDHEM, madres y padres acusan que la Fiscalía de haber “congelado” el caso.
Con un tendedero de ropa de recién nacidos, familiares de 15 bebés que murieron en 2018 en el Hospital General Parres de Cuernavaca por una infección provocada por las bacterias: Klebsiella Pneumoniae, Enterobacter gergovia y Raoultellaplanticola, bloquearon la avenida Emiliano Zapata para exigir a la Fiscalía General de Morelos (FGE) deje de ser omisa e integre una carpeta de investigación.
Las familias afectadas presentaron una denuncia penal en contra de las autoridades de salud e iniciaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM).
En 2020, el organismo defensor de los derechos humanos realizó una investigación correspondiente y corroboró que el fallecimiento de los neonatales ocurrió por negligencia por parte del personal médico. Según se establece en la recomendación emitida en junio de ese año, derivado de la queja CDHM/SE/V3/061/151/2018, se configura la violación de los derechos de protección a la salud, a la vida y al interés superior de la niñez por parte de las autoridades del Hospital G. Parres.
Pero también la CDHEM detectó la inacción de la Fiscal General del Estado de Morelos (FGE) y solicitó que realizaran todas las acciones necesarias para llevar a cabo el seguimiento, integración y resolución de las carpetas de investigación SC01/7960/2018; SC01/7963/2018;SC01/7964/2018; SC01/7965/2018 y, SC01/7966/2018, derivadas de los hechos ocurridos en la Unidad de Cuidados Especiales de Neonatos del Hospital General G. Parres durante los meses de mayo, junio y julio de 2018.
A tres años de distancia de la Recomendación y casi cinco años de haber iniciado las denuncias, la Fiscalía, a cargo de Uriel Carmona Gándara, no ha integrado la carpeta de investigación, acusó Fernando Manilla Contreras, representante legal de las madres y padres de las víctimas.
Patricia Aguirre, madre de Aitana y Carlos, manifestó su indignación porque prevalece la impunidad pues la Fiscalía de Morelos simplemente congeló el caso. “Lo único que pido es justicia para mis hijos y para los de mis compañeras pero, sobre todo, garantía de que esto no volverá a ocurrir”, destacó la madre con notable indignación.