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Cuernavaca, el ombligo de nuestras raíces.

CARLOS O. MORALES

Los últimos 15 años han sido los más desfavorables y funestos para los doce pueblos de la Ciudad de Cuernavaca. La problemática social ha sido ignorada tanto por los alcaldes como por los gobiernos estatales.

La falta de alumbrado público adecuado, servicios deficientes en la recolección de desechos, escasezde agua potable y -el común denominador en todos los pueblos de nuestra ciudad capital- la prácticamente nula presencia de cuerpos policíacosque ha repercutido en el incremento de hechos delictivos.

Cuernavaca vive una de sus crisis más graves endécadas, derivada de la falta de un auténtico plan municipal de desarrollo que ataque de manera frontal la inseguridad, la falta de agua potable y la infraestructura urbana, es decir, que atienda el rezago existente en servicios básicos.

En todos los pueblos de Cuernavaca está presente lanecesidad de mejorar sus calles, la mayoría de ellas están destruidas y tienen verdaderos hoyos que en época de lluvias las hacen intransitables, falta de alumbrado público y un precario sistema de transporte colectivo.

Aunado a ello, existe un pésimo y deficiente programa educativo, nulos servicios médicos asistenciales; los estragos del COVID generaron el cierre de negocios principalmente chicos y medianos, que orilló a mucha gente a no pagar sus impuestos de manera normal.

El pueblo de Acapantzingo y el de Amatitlán, por ejemplo, resintieron profundamente estos trastornos y pérdidas, sin embargo, han enfrentado la situación con firmeza y coraje, sin el apoyo o respaldo del Ayuntamiento de Cuernavaca, ni siquiera en cuanto al pago de permisos y licencias cuando no había liquidez y capacidad para cumplir con este deber ciudadano.

Podemos citar también a Santa María Ahuacatitlán, Ahuatepec y Ocotepec, Chapultepec, Chamilpa y más. En todos los pueblos de Cuernavaca existen deficiencias, principalmente en servicios que le corresponden al gobierno municipal de José Luis Urióstegui.

Los pueblos más alejados del centro de la ciudad son los que enfrentan la carencia de calles pavimentadas, vigilancia policíaca, planteles educativos y, sobre todo, la falta de empleos; por todo ello, el diagnóstico sobre la problemática social exhibe a un gobierno estatal y municipal sin la capacidad necesaria para cumplir sus promesas de campaña. Hoy Cuernavaca y sus doce pueblos siguen en espera de que el rezago histórico seaatendido.

Escribir de una ciudad como la capital del estado de Morelos es algo complicado, pero interesante por lo mucho que exige la redacción de un texto y no el simple compartimiento de comunicados oficiales. En las próximas doce entregas, La Jornada Morelos te invita a seguir los pormenores de una ciudad hermosa y añorada: Cuernavaca, el ombligo de nuestras raíces.

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