Los saldos de la pandemia
Héctor H. Hernández Bringas*
Al cumplirse tres años del inicio de la contingencia por COVID en México y de las primeras muertes (marzo de 2020), es importante realizar una revisión de los saldos para México y el estado de Morelos.
La Organización Mundial de la Salud ha llevado a cabo las estimaciones de exceso de mortalidad para 193 países en los años 2020 y 2021 (OMS, 2022-2). De acuerdo con esa fuente, en el mundo se registraron 14.9 millones de muertes en exceso por todas las causas durante los dos primeros años de la pandemia; el 15 por ciento se registró en países de América Latina. Los datos de exceso de mortalidad acumulada para esos dos años corroboran el gran impacto de la pandemia en países de América Latina: a nivel mundial el exceso de muertes alcanzó el 13 por ciento, y en AL el exceso fue de casi 29 por ciento (más del doble). Con un exceso de mortalidad de 42%, México se ubicó en el sitio numero 4 a nivel mundial, solo detrás de Perú, Bolivia y Ecuador. Este es, sin duda, el indicador más importante por el cual debe valorarse el impacto de la pandemia, y de la (in)eficacia de las políticas públicas en esta contingencia.
Tal y como lo pudimos leer en estas páginas, en México “se conformó en mayo de 2020 un grupo interinstitucional para el análisis del exceso de mortalidad. En el grupo participan… la Secretaría de Salud, el Registro Nacional de Población e Identidad (Renapo), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Población (Conapo), con el acompañamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y bajo el liderazgo del Instituto Nacional de Salud Pública (Conversaciones de salud pública “Exceso de mortalidad como medida del impacto de la pandemia de COVID-19” por Juan Eugenio Hernández Ávila, Lina Sofía Palacio Mejía, Mariana Álvarez Aceves. La jornada Morelos, 27 de febrero de 2020).
A partir del importante trabajo de este grupo interinstitucional, podemos conocer lo ocurrido en las entidades federativas del país en materia de exceso de mortalidad. De acuerdo con el informe presentado por el INEGI al respecto, el acumulado de defunciones en exceso en el estado de Morelos (en la estimación más alta), es de 41.5%, es decir, 15,604 muertes más de las esperadas, y que son atribuibles a la contingencia sanitaria (enero de 2020 a septiembre de 2022). De tal suerte, en el país que ocupa el cuarto lugar mundial por exceso e muertes, Morelos se ubica en la sexta posición nacional.
Fuente: Con datos de INEGI. Estadística de defunciones registradas. enero a septiembre de 2022 (preliminar). Comunicado de prensa 133, 27 de febrero de 2023.
*Canales endémicos.
Como puede verse en la gráfica, realmente el exceso de muertes por la pandemia fue muy alto en prácticamente todas las entidades federativas. En México, como ocurre en casi el resto de América Latina, resulta evidente la confluencia de factores que están fuertemente asociados a la gravedad de la pandemia: la pobreza y desigualdad social, la informalidad laboral, la urbanización desordenada y con deficientes o carentes servicios, sistemas de transporte y movilidad caóticos y saturados, así como instituciones de salud débiles.
A estos factores estructurales, que configuran la enorme vulnerabilidad de la población, se suman otros ligados con la política: gobiernos débiles, inestables, indolentes, o inmersos en conflictos al interior; como sea, limitados en su capacidad de llevar a cabo acciones coordinadas.
Las políticas implementadas para hacer frente a la emergencia, por supuesto que tuvieron sus matices y diferencias entre entidades. La estrategia de aislamiento social fue generalizada, pero con extensiones y profundidades diferentes. A fin de cuentas, se privilegió la reactivación económica por sobre la salud; los apoyos económicos a las familias y las empresas, sobre todos las pequeñas y medianas, en los casos en lo que pudieron ser aplicados, fueron muy marginales.
Pero tal vez el rasgo más distintivo durante la pandemia fue que quedó en evidencia, dejando a salvo la entrega del personal médico, la enorme fragilidad de nuestro sistema de salud resultante de un deterioro de muchos años, y agravada por la inoportuna desaparición de seguro popular.
*Investigador del CRIM de la UNAM en Morelos