loader image


Oralba Castillo Nájera


La Unificación de Pueblos y Colonias en contra de la Minería en Morelos invitó a la proyección y conversatorio del documental No Tenemos Miedo, que narra la experiencia de la lucha de los pueblos de El Salvador que lograron se aprobara la Ley que prohíbe la minería metálica en ese país.
Cuando se conoció el proyecto de una mina de oro y plata que ponía en peligro el agua del río Lempa, fuente económica de trabajo e ingreso de pueblos pescadores en el sub oriente de El Salvador, las mujeres de la comunidad de Las Cabañas iniciaron la organización. La minería metálica, al contaminar con cianuro, provoca graves daños a la salud humana, devasta flora y fauna.
El despojo de territorios indígenas y campesinos, para explotación en benéfico de empresas trasnacionales, recorre a América Latina y el mundo. Exterminio y muerte de sus dueños originarios.
La estrategia de la empresa minera Ocean consiste en ofrecer dinero, viviendas y apoyos agrícolas a quienes vendan sus tierras. Mentiras, pero algunos vendieron.
Las mujeres se organizaron, siendo que a ellas, afecta de manera directa la falta de agua. Caminan muchos kilómetros cargando pesadas cubetas con el líquido vital. Por medio de radios comunitarias inició la información de lo que ocurría y las consecuencias de muerte para los pueblos. Las redes digitales se sumaron hasta hacer visible el problema y lograr aparecer en la televisión.
La represión arreció del 2006 al 2009, mataron a Dora embarazada; a Marcelo lo torturaron; Ramiro fue acribillado en emboscada militar. Muchas familias emigraron por miedo. Lo peor fue que amenazaron matar a los hijos de los que luchaban.
La organización resistió y creó lazos con otras comunidades. Obtuvo eco internacional por la acción de grupos ambientalistas, se crearon 23 radios comunitarias en defensa del pueblo “Las Cabañas”, centro de resistencia.
Finalmente, se aprobó la ley que prohíbe la minería metálica. Conscientes que las leyes pueden cambiar, los pueblos se constituyeron en vigilantes. Exigen una ley que reduzca los impactos ambientales que causó la empresa y un tratado trasfronterizo. Guatemala, Honduras y El Salvador comparten el río Lempa. Si esos países no detienen la minería, la contaminación seguirá.
Al terminar el documental, los asistentes al evento en Cuentepec gritaron: ¡sí se puede!
En el conversatorio, Salvador Recinos, indígena nahua pipil, defensor de derechos ambientales y culturales del El Salvador y Centroamérica, relató el impacto del triunfo en otros movimientos y estableció la relación de las luchas de América Latina y el mundo frente al embate capitalista.
Por la comunidad nahua de Cuentepec participaron Calixto Lozano, Erika Hernández y Alejandra Domingo; por Tetlama, Marcela Gregorio y Maximiliano Ramírez; defensores de su territorio, que significa memoria, historia e identidad.
Salvador Recinos afirmó: “Estamos en contra del despojo neoliberal de los pueblos. No negociamos con el extractivismo de trasnacionales que dominan el mundo”.
Héctor Zetina, de la Red Morelense de Apoyo al CNI-CIG, destacó la importancia de defender el sitio sagrado de Xochicalco, bajo amenaza por la mina.
Somos pocos dispuestos a no claudicar, no rendirse, no traicionar. Ni un paso atrás para defender la vida. En El Salvador, por lo pronto, triunfó la vida encabezada por mujeres organizadas en líderes comunitarias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *