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Todos tenemos alguna experiencia en una clínica o en un hospital en donde con seguridad nos topamos con una enfermera, ciertamente el contexto no suele ser el mejor y también es probable que no siempre nos hayamos topado con el servicio médico en su mejor momento.

Pero, ya sea por vocación o por el destino, los auxiliares médicos son de vital importancia tanto en los hospitales privados como en el sistema público de salud. Actualmente muchas instalaciones sanitarias en comunidades aisladas sobreviven gracias al único apoyo de enfermeras y enfermeros.

No debemos olvidar que fue el personal auxiliar quienes señalaron, al inicio de la pandemia, la necesidad de mayores protecciones para el personal que recibía y atendía a los enfermos de Covid; sus reclamos, aunque tardaron en ser escuchados, establecieron protocolos.

Aún así, a tan solo seis meses de declarada la emergencia sanitaria, se calculaba que ya habían fallecido en el mundo alrededor de 7 mil trabajadores de la salud a causa del virus, siendo los profesionales mexicanos los más afectados con mil 320, de acuerdo a Amnistía Internacional.

A los 18 meses en México habían perdido la vida al menos 4 mil trabajadores y trabajadoras de la salud, entre especialistas en medicina, enfermería, odontología, laboratoristas y empleados de unidades médicas; para entonces, la cifra de trabajadores de la salud fallecidos por Covid-19 en México superaba en 140 por ciento al número de casos registrado en Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia a nivel mundial, en donde habían muerto 1 mil 698 especialistas, según los registros de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), del gobierno estadounidense.

En nuestro país se llegó a calcular que uno de cada siete enfermos de Covid era personal médico y, a pesar de eso, doctores, enfermeros y enfermeras continuaron asistiendo a los hospitales para ayudar a la gente, con una vocación que hace olvidar cualquier mala experiencia que hayamos tenido con una enfermera cansada y de malos modos.

Hoy, en el Día Internacional de la Enfermera -en México, además, tenemos el 6 de enero para celebrarlas y celebrarlos-, “Martha”, una enfermera que prefirió el anonimato nos narra sus experiencias y estrecheces en el Hospital General, en donde lo que abundan son necesidades, tratos ingratos y malos sueldos, circunstancias que dificultan su desempeño con el público, aunque, afortunadamente para todos, trata de hacerlo lo mejor que puede.

Hay que hacer un reconocimiento al trabajo de estos profesionales, al mismo tiempo que debemos tomar conciencia de lo vital que es su labor, por la que reciben un salario injustamente bajo.

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