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Oralba Castillo Nájera

La Coordinadora Alto a la guerra contra las comunidades zapatistas el 5 de julio pasado, ofreció una rueda de prensa con la participación de Carlos González del Congreso Nacional Indígena, y del Concejo Indígena de Gobierno; Gilberto López y Rivas del Colectivo Llegó la hora de los pueblos, Hugo López de la Red Todos los derechos para todas y todos, Dora Roblero directora del Centro de derechas humanos del Fray Bartolomé de las Casas, Claudia Torres de Mujeres y la Sexta, Natalia Berinstain cineasta con la participación de la Red solidaria de Noruega.

Se expusieron como puntos rojos la militarización incrementada por AMLO, el paramilitarismo en contra de comunidades y pobladores para doblarlos frente a los megaproyectos capitalista como el tren Maya, el Corredor Interoceánico y el Plan Integral Morelos, entre otros. Su “desarrollo” ha significado el despojo, el ataque a las redes comunitarias, a la vez que se ha incrementado la presencia del crimen organizado en todo el país.

Existe una larga lista de agravios documentados en Chiapas, que se extienden en todo el país: Guerrero, Michoacán, Morelos, Jalisco, Colima, Guanajuato casi todo el territorio nacional bajo el azote del narco y el crimen organizado que ni la Guardia Nacional ni el Ejercito ni la Marina están combatiendo, antes bien los pueblos prefieren que no lleguen pues, es sabido que se reparten el botín ya sea cobro de piso, trata de blancas, de órganos y etcéteras que no logran voz en el Palacio Nacional herméticamente ciego y sordo a los urgentes problemas nacionales,

Para romper los muros del silencio y complicidad, se anunció una jornada a nivel global: Frente al Horror de la guerra la resistencia por la vida, se realizarán acciones a nivel nacional e internacional del 13 al 16 de julio. En calles y plazas se dará información de lo que está ocurriendo, entre otras cosas denunciar que la vida se está llenando de ausencias; desaparecidos y madres que buscan a sus hijos son asesinadas.

Se llevará a cabo un Foro entre a finales de julio para analizar con académicos, científicos, artistas, luchadores, abogados del pueblo, ambientalistas que permita reflexionar lo complejo y peligroso de la guerra en Chiapas que es México, convocado con tres ejes: violencia, paz y dignidad.

Se anunció que se está en condiciones de organizar trabajo de observación y acompañamiento en territorio zapatista cuando las condiciones lo permitan.

Es necesario romper el cerco desinformativo y canalla, el cacique de Palacio reduce la grave situación a pleito entre comunidades, cínicamente abrazó a Rutilio Escandón el gobernador chiapaneco, con quien, desde Tuxtla Gutiérrez se vanaglorió de los avances de el tren “maya”, y el interoceánico, se congratularon de que el pueblo está recibiendo benéficos de la modernización, tiene trabajo, van a vender sus mercancías. Bla, bla, bla. La palabrería se topa con la terca realidad documentada por tres misiones civiles, que en su andar por las vías del ferrocarril han documentado el destrozo de la zona, la barbaridad de cenotes retacados de cemento, deforestación brutal, y la presencia intimidatoria de la Guardia, Militares y Marinos apoyados por narcos y delincuencia que acosan, torturan, desaparecen y matan a quienes se oponen obligando al desplazamiento forzoso.

Ni la descomposición social ni la violencia en espiral pueden ser ocultadas, por el circo mediático electoral.

Al tiempo.

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