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Jasmín Cacheux 

¿Qué ruido hacen las cosas al caer?

Mientras escribo estas líneas recuerdo la forma en que tuve noticia de esta novela, ante una taza de café, bien podría ser un día como hoy, pero fue hace diez años y yo trataba de vencer el desasosiego que me colmaba, salir a la calle, salir de mis pensamientos, alguien se detuvo y nos saludamos minutos después mencionó el libro que leía. Por alguna razón el título me persiguió. Julio Cortázar diría: un encuentro casual es lo menos casual en nuestras vidas. Así llegó a mis manos El ruido de las cosas al caer, premio Alfaguara 2011, de Juan Gabriel Vásquez, entró por los oídos, sin más que una recomendación: mirar el silencio para encontrar palabras. 

Juan Gabriel Vásquez nació en Bogotá en 1973, escribe en esta novela sobre dos familias afectadas por las consecuencias del narcotráfico, es también una novela sobre amistad; la amistad incondicional entre dos hombres que no saben más allá de sus nombres, y ya están unidos por el hilo más fuerte, la memoria. Estas dos familias comparten también un motor, el miedo. Porque El ruido de las cosas al caer, es también una novela para conducirse entre las páginas con sigilo. Juan Gabriel Vásquez con breves evocaciones no permite el parpadeo, pero sobre todo no permite el ajeno parloteo, el ruido.

Una de las razones por la que esta novela es de mis Ciertos libros, es porque para mí El ruido de las cosas al caer es una novela sobre el miedo. El miedo cotidiano: miedo a la calle, a salir de noche, a recordar; miedo cada vez que se oye un ruido, se ve una sombra, miedo del futuro, miedo que el cuerpo no responda. Esta novela es una novelasobre el miedo a la vida por lo que en la vida pasa. Encuanto al miedo a la muerte es lo último en que se piensa, porque el verdadero miedo, el que cala los huesos es la agonía, ese “siento que muero, pero no muero”. Esta novela va tras las huellas del narcotráfico en Bogotá, del crimen organizado, tan conocido en nuestro país. Aunque esto explica el contexto, no justifica el miedo. Ese enemigo insensato que paraliza y resuena si, por ejemplo, fuera tuhermano quien desaparece en manos de una autoridad como la marina, la policía o de un grupo criminal; ese miedo que toquen la puerta para decirte que no regresará. El miedo que toque en la puerta de tu casa o el hombro de quien amas, a quien llamas prójimo. ¡Ese! El que enloquece, el que hace ruido. 

¿Al caer la hoja de papel o al caer un avión cuál es el mayor estallido? Esta es una interrogante de Antonio, el protagonista, quien estudia, dicta clase, se divierte, se casa, su hija está por nacer. Camina con un amigo por la calle, como cualquiera. Se escucha el ruido de una moto, una detonación, otra, la pierna herida y… el miedo. Porque aunque la guerra ha terminado en Bogotá, el miedo siguió andando por la calle, transformado en dolorosa memoria. Para mí, la maestría de Juan Gabriel Vásquez está comprobada en toda su obra, pero recuerdo con El ruido de las cosas al caer, la visión del autor que comparto hasta el día de hoy: una vez que cese el sonido del balas, habrá quelidiar con el silencio, y ahí, la caída de una hoja de papel hará tanto ruido como la esperanza, la confianza de que algún día la experiencia del miedo quede en el pasado, como ese algo que ha ocurrido, como dice Juan Gabriel Vásquez: y no volverá a ocurrir.

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