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CONDICIONES PARA DAR NUESTRO VOTO

 

Inició el “mercado/espectáculo” de las campañas políticas; es mercado, porque las campañas son como un gran “tianguis” en donde los partidos políticos ofertan sus candidaturas/producto a los ciudadanos, para que éstos lo compren el día de la elección con su moneda/voto; es espectáculo, porque en el “tianguis” la estrategia de venta es denostar a los candidatos opositores/producto, utilizando el escándalo, el miedo, la alarma, las verdades a medias, y las francas mentiras.

El “tianguis” es el conjunto de los medios de comunicación tradicionales y modernos, que, acostumbrados a vender el escándalo, ahora, con recursos financieros lícitos y algunos de ellos también ilícitos, disfrutan la “fiesta de la democracia”, comunicando, mañana, tarde y noche propaganda/basura huera, amarillista y contaminante.

Las cosas podrían ser de otra manera, pero no lo son. La práctica de los partidos políticos convencionales (no hay de otros) está desprestigiada y cerrada a cualquier innovación. Las llamadas “entidades de interés público” son parte de los problemas nacionales, y no parte de las soluciones. Son autorreferenciales, y no muestran interés genuino, ni sensibilidad frente a la realidad que viven los ciudadanos. No saben hacer otra cosa más, que lo de siempre, tratar de ganar a toda costa, y procurar que las elecciones se celebren sin mayores contratiempos, para que sus triunfos no sean cuestionados. En resumen, le apuestan a la forma, y no al fondo y razón de ser de las campañas.

La selección de candidatos/producto al interior de los partidos políticos es en lógica de guerra por el puesto, de criterios utilitarios y pragmáticos para obtener votos, y no de servicio a la comunidad. No hay el menor interés por parte de los partidos políticos de proponerle a la ciudadanía candidaturas probadas en honorabilidad, capacidad y ética, ni mucho menos ofrecen garantías de los “productos” que promueven.

Por lo anterior, la emisión del voto es en realidad el equivalente a firmar “un cheque en blanco” que giramos en favor de los partidos políticos y de sus candidatos. De esta forma,” la fiesta de la democracia” es un autoengaño colectivo, un volado, una apuesta.

Pero, ya iniciadas las campañas hace tres días, ¿qué cosas podrían hacer los candidatos y candidatas, como muestra mínima de respeto a la ciudadanía? Algunas sugerencias:

1. Presentar y hacer pública una lista de veinte ciudadanos honorables y reconocidos del lugar en donde viven que respalden su candidatura, señalando los méritos que tiene para esa postulación.

2. Presentar por escrito ante notario y difundir las razones por las que quieren recibir el voto popular, especificando con todo detalle las garantías de cumplimiento de su función que le ofrecen a la ciudadanía.

3. Si se trata de candidaturas a presidencia municipal, que se presenten a la ciudadanía con todo el grupo de personas que los acompañarían en su gestión, señalando los méritos que para ello tiene cada una de ellas, y precisando los tres mayores logros que quieren realizar durante su período de gobierno.

4. Si se trata de candidaturas para diputaciones locales, presentar su agenda legislativa debidamente justificada, señalando qué nuevas leyes promoverá, qué leyes vigentes revisará, y qué leyes vigentes propondrá para que se deroguen.

5. Hacer el compromiso público de desempeñar su cargo durante todo el tiempo que marca la ley, sin renunciar a ese término por motivos de candidatearse para otro puesto de elección popular.

6. Hacer público el monto de salario y prestaciones que consideran deben percibir, bajo el criterio de dignidad y austeridad, independientemente de lo que se acuerde en el Congreso o en el Cabildo.

7. Aceptar por escrito que las diferencias, entre el sueldo auto impuesto y lo que determinen los cuerpos colegiados a los que pertenecen, se transferirán a un fondo, cuya aplicación se hará pública en su debido momento.

8. Hacer pública su declaración de bienes, señalando la forma por la que ha podido construir su patrimonio. De igual forma, presentar una declaración de áreas de posible conflicto de interés, así como la declaración de impuestos de los últimos tres años.

Nada en la ley impide que esto suceda en este período de campaña. Si hubiera auténtico interés por la democracia, estos requisitos y otros más estarían establecidos como obligación legal. No lo son ahora, pero podrían serlo en las próximas elecciones. Hay que revisar a fondo el significado, implicaciones y requisitos de hacer valer el “derecho a votar y ser votado”.

Estas sugerencias están referidas a las personas que actualmente están en campaña, y se complementan con las que en la próxima entrega haremos para los partidos políticos que las respaldan.

*Interesado en temas de construcción de ciudadanía.