El chinelo tiene un origen incierto. No existen fuentes concretas ni referentes precisas de identidad, temporalidad y territorialidad para explicar el surgimiento de esta expresión con las particularidades que la caracterizan. Lo demostrable es que el chinelo se encuentra vinculado a la celebración del carnaval, surgió en la región Centro-Norte del actual estado de Morelos y, muy probablemente, data de la segunda mitad del siglo XIX.

Sobre su presunto origen como una expresión de odio y burla hacia los hacendados españoles de Tlayacapan, al iniciar el último tercio del siglo XIX, es necesario recordar que los propietarios eran entonces mexicanos, resultado del mestizaje de casi cuatro siglos. Además, la larga túnica, el gran sombrero decorado y la máscara con barba cónica, los asemeja más a personajes como los moros o los árabes, del teatro-danza religioso, que a los españoles.

En sentido estricto, sus características se asociarían con los personajes del Reto de Moros y Cristianos o Doce Pares de Francia. En Yecapixtla existen los matacueros, personajes con los que existen algunas semejanzas: sombrero cónico pequeño, decorado con lentejuela y chaquira, máscara con barba cónica y vertical, camisa de satín, pantalones cortos, medias, así como zapatos o huaraches, aunque estos están presentes en las celebraciones de Cuaresma.

Por otra parte, se ha generado un discurso –desde la opinión de algunos autores– en el sentido de que el chinelo surgió como una expresión de rebeldía ante la autoridad establecida. Sin embargo, la mofa a las autoridades civiles y eclesiásticas no surgió en esta región morelense

sino en la Europa medieval. En diferentes regiones de la actual España se les imitaba con sorna, disfrazándose los participantes del carnaval con vestimentas de las autoridades reales.

También han pretendido vincular el origen del chinelo a personajes como los huehuenches, no existiendo similitud alguna en su apariencia ni en sus atavíos, pues estos representan a hombres viejos y de ropas raídas. Igualmente, sin sustento alguno, se pretende interpretar el término chinelo, a partir de la voz tzineloa, que refiere movimiento de las caderas al bailar, o de la voz chinele, que refiere a la piel blanca enrojecida y a expresiones de mofa.

En el artículo titulado El Carnaval en Francia, y publicado en el Semanario de las Señoritas Mexicanas –1 de enero de 1842–, se hace referencia a un personaje del carnaval: polichinela, el cual es un individuo identificado por una joroba, aunque su origen etimológico “viene de dos palabras griegas que significan moverse mucho”. En México, la referencia más antigua del vocablo chinelo conocida es del periódico La Patria, el 22 de diciembre de 1909.

Imagen: Chinelos de Atlatlahucan (fragmento); 1931. Archivo Jesús Zavaleta Castro.