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-Itzel A. Sosa-Sánchez*


En las últimas décadas, el embarazo durante la adolescencia ha devenido tema central dentro de la opinión pública y de la política pública en el ámbito nacional y estatal. Si bien el estado de Morelos cuenta en general con un índice de baja marginación, con tasas de fecundidad y de natalidad similares a la media nacional y es una de las entidades con menor proporción de nacimientos de mujeres entre 10 y 19 años, ello no significa (como iremos viendo a lo largo de diferentes entregas) que no existan rezagos ni necesidades insatisfechas en materia de salud sexual y reproductiva y de derechos de las y los adolescentes en la entidad, necesidades que requieren ser atendidas de modo riguroso y apremiante.
Para poder entender a cabalidad el fenómeno de los embarazos durante la adolescencia, es preciso hacer un poco de historia. La maternidad antes de los 20 años ha sido un fenómeno frecuente, considerado normal e inclusive deseable. A nadie (o a casi nadie) se le ocurría en épocas pasadas, pensar que era un problema por resolver, que requería una atención especial. A grandes rasgos, podemos afirmar que, en México, la preocupación por el fenómeno del embarazo durante la adolescencia emerge hacia mediados de la década de los años 80 del siglo pasado, convirtiéndose en foco de atención privilegiada tanto en la academia como en la agenda política. Desde una perspectiva demográfica y social, este fenómeno es de central importancia ya que en México:
Hay una importante proporción de adolescentes con altos niveles de embarazo entre los 15 y 19 años ( en 2018, 16% reportaron un antecedente de embarazo, proporción que aumenta a 39% en adolescentes que no asisten a la escuela); existen evidencias de que la maternidad antes de los 15 años de edad puede representar un riesgo bio-psico-social para la madre y el recién nacido, así como una mayor mortalidad materno infantil; una parte importante de estos embarazos son inesperados y muchos de ellos terminan en abortos realizados en condiciones de ilegalidad e insalubridad. Los nacimientos en mujeres adolescentes también pueden conducir a menores oportunidades para mejorar la calidad de vida de las madres y de sus hijos/as. Existe aún un uso limitado de métodos de protección sexual y métodos anticonceptivos entre las y los adolescentes, por lo que las infecciones de transmisión sexual (ITS), ocurren frecuentemente en esa etapa de la vida.
Adicionalmente, es de destacar que suelen existir toda una serie de visiones estereotipadas y mitos sobre el embarazo adolescente. Estos estereotipos y mitos en general se concentran en torno a las características de las y los adolescentes que se embarazan en la adolescencia, así como sobre las razones de la ocurrencia, por lo que es de medular importancia, para comprender mejor este fenómeno, contrastar estos mitos con lo que sugieren las evidencias sobre este tema, lo cual es el objeto central de una segunda entrega.

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