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Científicas y el 8M

 

Las mujeres marchamos el pasado 8 de marzo en México, al igual que en muchos otros lugares del mundo, para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres. Esta fecha tiene sus raíces en la lucha histórica por los derechos de las mujeres, recordando las manifestaciones y huelgas de mujeres trabajadoras que tuvieron lugar a principios del siglo XX en busca de mejores condiciones laborales, igualdad de género y el derecho al voto.

En los últimos años, ha habido un aumento significativo en la conciencia y la movilización social en torno a estos temas, lo que ha llevado a un mayor protagonismo de las mujeres en la esfera pública y a un mayor impulso para promover cambios que favorezcan la igualdad y el respeto a los derechos humanos. Cada vez somos más mujeres las que salimos a las calles, es una marcha autoconvocada porque lo único que nos convoca es nuestra propia experiencia.

Y aunque en las redes sociales se empeñen en ridiculizar la marcha con memes como “estudia para que no pienses que…” entre otras publicaciones más misóginas, la verdad es que la historia de las mujeres activistas que además generan cambios significativos en el mundo es amplia. A muchas es precisamente su propia historia la que las impulsó para accionar y aunque ejemplos hay muchos, hoy mencionaré solo a tres.

Wangari Maathai fue una destacada ambientalista, política y activista por los derechos humanos de las mujeres de Kenia. Fundó el Movimiento Cinturón Verde, que se dedicó a la plantación de árboles, la conservación del ambiente y el empoderamiento de las comunidades locales. Su trabajo no solo ayudó a combatir la deforestación y la desertificación, sino que también proporcionó empleo y recursos a las mujeres rurales, fortaleciendo así su posición dentro de la sociedad. Desafió abiertamente al gobierno autoritario de Daniel Arap Moi y fue arrestada en varias ocasiones por su activismo político. En 2004, Wangari Maathai se convirtió en la primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su trabajo en la promoción de la democracia, los derechos humanos y la protección del medio ambiente.

Por otro lado, Rita Levi-Montalcini fue una gran neurobióloga italiana. Es reconocida por su contribución pionera al campo de la neurociencia y por su papel en el descubrimiento del factor de crecimiento nervioso, un hallazgo que tuvo importantes implicaciones en la comprensión del desarrollo y la regeneración del sistema nervioso. Aunque su carrera se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, continuó su investigación en condiciones precarias en su casa, utilizando embriones de pollo como modelo experimental. En 1986, Levi-Montalcini fue loa primera mujer italiana en ser galardonada con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, compartido con Stanley Cohen. Además, fue una defensora de la igualdad de género en la ciencia y activista por los derechos humanos. Abogó por una mayor participación de las mujeres en la ciencia y luchó contra la discriminación de género en el ámbito académico y profesional.

Pero para no irnos muy lejos, en México también tenemos mujeres inspiradoras de sobra. Sylvia Torres-Peimbert es una reconocida astrofísica mexicana. Ha destacado por su contribución en el estudio de la composición química y la evolución de las nebulosas planetarias. Es la primera mexicana en estar al frente de la Unión Astronómica Internacional y es una referente de las más importantes en su campo. Sus investigaciones han ayudado a mejorar nuestra comprensión de la evolución estelar y la química del medio interestelar.

Además de su trabajo científico, Torres-Peimbert ha sido una defensora de la igualdad de género en la ciencia y la academia. Ha abogado por políticas y programas que promuevan la participación y el liderazgo de las mujeres en la investigación científica, así como por la eliminación de las barreras de género en el ámbito académico y profesional. Por su destacada trayectoria, Sylvia Torres-Peimbert ha recibido numerosos reconocimientos y premios. Su trabajo sin duda continúa inspirando a futuras generaciones de científicas en México y más allá.

En la pasada marcha del 8 de marzo en Cuernavaca, Morelos, el estado con más investigadoras e investigadores per cápita del país, tuve el honor de encontrarme a grandes científicas mexicanas que también luchan, sueñan y trabajan por un país mejor para todas las personas.

Pie de foto:

Sylvia Torres-Peimbert

Foto: UNAM