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Hace cinco años arrancó la administración municipal del presidente Juan Ángel Flores Bustamante con el lema JOJUTLA RENACE CON FUERZA e inmediatamente fue creativo. Para el caso de la representación de la Semana Santa, Sergio Maya, encargado de la Dirección de Asuntos Religiosos encabezó un grupo numeroso de jóvenes deseosos de participar y dispuestos a aprender para que la escenificación tuviera un tinte especial, atractivo, novedoso.

Por diversas razones esa Semana Santa fue muy diferente a todas las que le precedieron. Hubo tres meses de planeación y preparativos para lograr una representación lo más realista posible.

Los organizadores, sin prisas, con pausas, repasaron tres veces la película dirigida por Mel Gibson (La Pasión de Jesús), pues es la cinta más apegada a la realidad que le tocó vivir a Jesús; de ahí obtuvieron tips para mejorar los diálogos, para confeccionar el nuevo vestuario, con telas de texturas y colores apegadas a la usanza de judíos y romanos de esa época.

Para darle un toque parecido a la celebrada en Taxco incluyeron nazarenos con túnica blanca y capirote cónico morado, 30 de estos con tétricos tambores de los Osos de California. También aparecieron los prepotentes centuriones a caballo debidamente ataviados.

El Viacrucis se amplió a 3 horas y recorrió calles por las que nunca había pasado, duplicándose el número de asistentes.

Para evitar que durante el Concilio se padecieran largas interrupciones, en el atrio de Teocalcingo se montaron dos vistosos y realistas escenarios.

En la hechura de vestimentas intervinieron las alumnas del Cecati 100, dirigidas por la profesora Diana Orona y la directora Magdalena Ocampo Álvarez.

Además de dos ensayos generales, una semana antes cientos de personas limpiaron las calles.

La pandemia del covid obligó a suspenderla dos años. Esperamos vuelva a lucir como esa primera vez.