loader image

 

Ann Moxey trabajó como corresponsal de guerra para Visnews TV, ahora Reuters TV.  Locutora y reportera para BBC World Service.  Productora para las emisoras de TV más reconocidas en USA.  

“Y después de tanto plomo” –explica con sus ojos azules bien abiertos “—me dediqué al yoga, tenía que dar vuelta al asunto.” 

En Morelos, Ann fue pionera al llevar terapia de manejo de estrés y rehabilitación con herramientas de yoga al penal de Atlacholoaya gracias a la sensibilidad del director Miguel Ángel Calvo quién comprendió la importancia del programa que beneficia a los internos proporcionándoles herramientas físicas, mentales y espirituales para logra la libertad aún en prisión. 

Marien Estrada organizó y moderó el conversatorio en Plaza Loreto en el mes de junio como parte de los festejos de 20 años de trabajo de Fundación Parinaama en espacios de reclusión. En este evento participó Karla Esmeralda, ex interna del Cereso en Atlacholoaya, Morelos, quien fue formada como maestra de yoga en el primer entrenamiento de su tipo en el mundo por Ann y los maestros voluntarios de la Fundación Parinaama. Compartió las dificultades que enfrentaron dentro del penal y lo mucho que le sirvió el yoga para soportar la experiencia allí dentro y salir con un oficio ofrecido por la Fundación Parinaama como maestra de yoga. Trabaja hace diez años en clínicas de rehabilitación y coordina las sesiones gratis de yoga que se ofrecen en nombre de la fundación en el parque Acapatzingo, vieja sede del Reclusorio de Cuernavaca: “Fue una época de oro la que me toco que lastimosamente se ha perdido al caer en manos del crimen organizado el penal”.

Recordó la felicidad cuando —“Apareció Ann y nos ofreció la oportunidad de tomar clases de yoga y formarnos como maestros de yoga. Te ayuda para eliminar los muros físicos, simbólicos, del dentro al fuera y sentir la gratificación de encontrar la libertad interior.” “La rehabilitación no se logra con maltrato y crueldad”.

Ann ha logrado que su método de enseñanza se mantenga vivo con los internos actualmente practicando yoga por su propia cuanta sin que los estén guiando maestros externos. “Hacer yoga implica una responsabilidad social, se debe reproducir sus conocimientos con otros.”

Con mucho orgullo ex internas, imparten clases de yoga, de manera de reproducir los beneficios, entre otros fundamentales, dejar las adicciones, hacerte dueño de ti mismo, que no te mantenga preso la droga. 

Ann y sus discípulos continúan transformando el castigo en sanación.

Ann tiene prohibido entrar al penal de Atlacholoaya, pues quien dirige el penal, no la deja pasar. La corrupción de este penal ha sido denunciada, situación que se da en casi todos los reclusorios en donde no se trata de rehabilitar, sino de someter, vejar, y mantener como reos consumidores de las drogas en manos de custodios y directores de penales. El yoga baja las adicciones, y quienes tienen el negocio de las drogas se ven afectados. Ann tiene prohibido entrar. 

Quienes ofrecen su trabajo gratis, por solidaridad se encuentran con laberintos infames, se les dificulta el acceso, se exige un burocratismo extremo. Otra ONG, Hermanas en la Sombra, hace ya dos años que no les permiten que ingresen el proyecto cultural para mujeres.

Ann ha abierto otros penales en Playa del Carmen, los voluntarios de Fundación Parinaama atienden un promedio de 25 internos por semana más 15 en clínicas de adicciones donde se realizó un estudio psicométrico midiendo el nivel de estrés antes de haber hecho yoga y después de tres meses de recibir una clase por semana, con sorprendentes resultados que comprueban la utilidad de una disciplina del yoga como herramienta de transformación efectiva. 

En Morelos, Ann sigue activa con sus voluntarios atendiendo tres grupos de jóvenes en conflicto con la ley en el CEMPLA, el Centro de Ejecución de Medidas Preventivas de la Libertad de Adolescentes.  

“¿Qué pasa en las cárceles?” — se pregunta Ann Moxey, “se emplean medidas punitivas, de castigar, no existe un proyecto de reinserción a la sociedad.  ¿Funciona el Sistema Penitenciario o está agravando la situación de marginación, discriminación, violencia y consumo en el país?”

“Frente a una realidad que es cada vez peor, hacemos un llamado urgente al gobierno y a la sociedad civil para un verdadero cambio de paradigma respecto a la forma en que se supone estamos readaptando a los que la sociedad condena al encierro. La forma en que tratamos a la población carcelaria, en su mayor parte ya víctima del trauma y de patrones generacionales de maltrato y uso de sustancias, ¡no puede ser dictado por el crimen organizado ni puede incluir explotación y maltrato! “

Deseamos que Parinaama cumpla muchos años más en beneficio de nuestra sociedad.  Los festejos continúan.