Hoy se presentará en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca un documento que, por lo menos en dos ocasiones estuvo a punto de perderse, se trata de un manifiesto al pueblo de México firmado por Emiliano Zapata el 25 abril de 1918, cuando el gobierno de Venustiano Carranza lo perseguía ferozmente y que habría de matarlo el 10 de abril de 1919, días antes de que el manifiesto cumpliera un año.
Primero, el documento -que a partir de hoy los morelenses rescatan para su exhibición pública por el valor histórico que tiene- fue puesto en subasta pública en Londres en 1998 y las autoridades lograron adquirirlo antes de que fuera a parar a una colección privada o de alguna universidad o museoextranjeros.
Por cierto, la encargada de aquella subasta fue la casa Sothelby´s, que parece especializarse en subastas de arte prehispánico mexicano y que no siempre se han podido frenar, como las de Francia en 2019 y en Nueva York el año pasado.
Afortunadamente, en el 98 se pudo adquirir el documento y regresó a nuestro país en donde, por segunda ocasión, estuvo a punto de perderse, ahora en el olvido, pues, como escribe Lya Gutiérrez Quintanilla, en la crónica que publicamos más adelante, por 25 años se guardó en una gaveta en el Instituto de Documentación y Archivo Histórico.
No siempre se tiene tanta suerte como para recuperar dos veces los tesoros que testimonian nuestra historia. Y en esta ocasión es muy simbólico que el Manifiesto se haga público de nuevo, como en 1918, para que los morelenses primero, y la nación después, conocieran el mensaje del Caudillo del Sur, tan solo días después de que conmemoráramos un aniversario más de su muerte.
Como en el reciente caso del Monumento 9 de Chalcatzingo, El Monstruo de la Tierra, la joya olmeca recién recuperadapara Jantetelco y Morelos, no está de más revalorar nuestra herencia y pensar que en algún lugar debería empezar el verdadero censo de monumentos históricos de México, ausente hasta ahora. Y, con tanta riqueza que tiene nuestro estado, ¿por qué no aquí?
Tener catalogados todos los documentos y piezas históricas permitiría conservarlas en mejores condiciones, seguirles el rastro y, eventualmente, poder reclamarlas ante las autoridades de otros países cuando suceda de nuevo que se extravíe alguno de nuestros tesoros.
Felicitaciones a todos los morelenses porque podemos oír de nuevo la voz de nuestro héroe y muchas gracias a todos los que, en el pasado y en la actualidad, lo han hecho posible.