El Fiscal General del Estado de Morelos, Uriel Carmona Gándara, presentó un informe semestral ante los diputados locales. Entre muchas otras cosas, dijo que él no es un fiscal de números o estadísticas, sino de seres humanos, y que parte del problema de seguridad que se vive en nuestro estado es porque los gobernantes y encargados de seguridad no son de aquí.
Carmona Gándara dijo tener muchos testimonios de personas agradecidas con la actuación de la Fiscalía pero que no sería válido usar el nombre de las víctimas para mejorar la imagen de su oficina, pero que la confianza del público se ha ido ganando pues cada vez más gente se acerca a la Fiscalía.
Sin lugar a dudas, la Fiscalía tiene un gran reto en una entidad convulsa como en la que está convertida Morelos, pero negar la realidad y escurrir el bulto no es la mejor forma de enfrentarlo.
Pocos datos duros y sin consenso
Entre los pocos datos duros que ofreció, pues el anexo estadístico lo entregó desde el 15 de febrero, en la sesión de preguntas y respuestas, por ejemplo, Carmona Gándara aseguró a los diputados que en el 2022 la Fiscalía a su cargo había registrado solo 35 casos de feminicidio y que ya se habían logrado resolver 26, por lo que la fiscalía especializada en este tipo de delitos tenía un 65 por ciento de efectividad.
Este dato contrasta con otras fuentes como la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos (CIDHM) que contabilizó 107 feminicidios, por lo que considera 2022 el año más violento para las mujeres en Morelos.
Si al Fiscal General no le interesan las cifras, está bien, para eso está el INEGI y su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022 -con información del 2021-, informó que el 29.2 por ciento de los hogares en el estado habían tenido una víctima del crimen; ese año se cometieron 464 mil 780 delitos y en el 60 por ciento las víctimas manifestaron haber sufrido algún tipo de daño. Y que los costos del crimen, tan solo para nuestro estado, ascendían a 5 mil 57.9 millones de pesos.
El INEGI calcula que en ese año se denunció solamente el 10.2 por ciento de los crímenes, de los cuales los Ministerios Públicos o fiscalía estatal solo iniciaron carpetas de investigación en el 68.8 por ciento y, de éstas, en el 50.8 por ciento no han llevado a ningún arresto.
El gobierno corretea al fiscal
Ayer le reprocharon al Fiscal General los nulos resultados sobre el caso del feminicidio de la diputada Gabriela Marín y en la semana, cuando se cumplió el cuarto aniversario del homicidio de Samir Flores -muerto el mismo año en que Carmona asumió el cargo- varias organizaciones le reconvinieron por lo mismo.
Pero la de ayer no fue una comparecencia amarga, ni mucho menos, los diputados se dieron por enterados y, ya en confianza, el fiscal comentó que el gobierno estatal lo “corretea” permanentemente para que renuncie: “ha intentado a toda costa obligarme a dimitir a mi cargo como fiscal, a renunciar, a amenazarme, a desaforarme, en lugar de ponernos a trabajar por el bien del estado y lo que menos nos interesa a los morelenses es estar peleándonos con las autoridades”, porque el problema es que el gobernador y el Comisionado de Seguridad no son locales y, en una desafortunada alegoría subrayó, que ellos “no tienen enterrados aquí a sus muertos”.
Muy agradecido el Fiscal por el detalle del aumento presupuestal
Este año de la FGE se podrían esperar mejores resultados principalmente porque dispondrá del mayor presupuesto del que ha gozado -Carmona no desaprovechó ninguna oportunidad para agradecerles el detalle a los diputados y diputadas-, después de años de subsistir con presupuestos menores a los de algunas áreas administrativas del gobierno estatal, según dijo. Esperemos que sea así.