Bacterias y crecimiento poblacional en México

(Cuarta parte)

Lo seres humanos creemos, por muy diversas razones (religiosas, filosóficas, egocéntricas, etc.), que somos especiales, que nuestro comportamiento es complejo y que ocupamos un lugar especial en la “creación” (o en la evolución) de los seres vivos.

Sin lugar a duda, hemos llegado a ser especiales en el sentido de que nosotros, a diferencia de cualquier otra especie animal, estamos dañando irreversiblemente el ecosistema que nos permite subsistir. Mucha gente dice que estamos “acabando con el planeta”. No es cierto. Nuestro planeta, la Tierra, existió mucho antes que nosotros y seguirá existiendo mucho después que nosotros. Incluso si se arrojaran mil bombas atómicas, nuestro planeta seguiría aquí, reciclando los materiales radioactivos (obtenidos de la Tierra misma) y reparando el daño que le hubiésemos causado. Tal reparación podría tardar millones de años, pero nuestro planeta seguiría aquí. No estamos terminando con el planeta. Lo que estamos haciendo es terminar, conscientemente, con las condiciones ecológicas que nos permiten vivir en este planeta.

Todos sabemos lo que tenemos que hacer para preservar nuestro entorno ecológico. Sin embargo, seguimos produciendo toneladas de basura, deforestando selvas y bosques, consumiendo combustibles fósiles como si no pasara nada, matando animales y plantas que son fundamentales para el equilibrio del ecosistema. Seguimos desperdiciando agua potable y construyendo gasolinerías por todos lados en lugar de construir parques y zonas ecológicas protegidas. No somos tan complejos dentro de los seres vivos. Desde mi punto de vista, somo como una colonia de bacterias descerebradas e infecciosas que sólo quieren invadir un territorio, reproducirse y consumir todos los nutrientes disponibles del medioambiente al que llegan.

Quiero presentar pruebas de que, en ciertos aspectos, no somos mejores ni más complejos que una infección bacteriana. En la figura que acompaña este artículo, se presentan los datos del crecimiento poblacional en México desde 1910 hasta el 2021. Los símbolos cuadrados corresponden a los datos reales, mientras que la curva roja es una aproximación teórica llamada “curva logística”. ¡Vean lo bien que la curva logística se aproxima a los datos reales! Esta curva es exactamente la misma (aunque con parámetros diferentes) que la utilizada para describir el crecimiento de una población de bacterias en un frasco lleno de nutrientes adecuados. ¿No me creen? El recuadro pequeño que se muestra en la imagen corresponde al crecimiento de la bacteria Escherichia coli (que todos tenemos en el estómago), cultivada en un frasco con nutrientes. En este recuadro, los círculos corresponden a los datos reales mientras que la curva negra es la curva logística. Desde un punto de vista matemático, el crecimiento poblacional de los mexicanos es prácticamente igual al crecimiento de una población de bacterias.

Así de simples somos. Por muy especiales, inteligentes y complejos que nos creamos, nuestro comportamiento reproductivo es simple, instintivo y se originó hace 4 mil 500 millones de años cuando surgieron las primeras bacterias.

Pero las consecuencias para el medio ambiente y para la sociedad de nuestra reproducción simple y bacteriana, son muy complejas. Inundaciones, tráfico, criminalidad, deforestación, crecimiento urbano desmedido y no planificado, cambio climático, etc. Todos sabemos lo que tenemos que hacer para preservar las condiciones que nos permiten vivir en este ecosistema llamado Tierra, pero casi nadie quiere hacerlo. ¿Será que algún día dejaremos de ser tan simples y descerebrados como las bacterias?

Gráfico, Gráfico de líneas

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