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La Secretaría de Salud, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, acaban de presentar los resultados de la Consulta Nacional a Niñas, Niños y Adolescentes “¿Me Escuchas?” con datos recabados durante el año pasado y en la que participaron más de un millón 250 mil jóvenes y niños de entre 3 y 17 años.

Éste es el tercer ejercicio de su tipo que se realiza, los dos primeros organizados exclusivamente por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México en 2020 y 2021; en esta ocasión, ya con el apoyo de las dependencias federales pudo realizarse a nivel nacional y, como fue en línea, la convocatoria no solo llegó a México, sino a algunos países de Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá.

Los resultados son dignos de ser analizados y podrían dar pie a algunos estudios sociológicos muy interesantes y más si consideramos el tamaño de la muestra, también podrían servir para que algunas dependencias gubernamentales hicieran mejor su trabajo, si quisieran y tuvieran la inteligencia para ello.

Entre algunos resultados de la consulta, que son muchos y se pueden consultar por rango de edad y géneros, destacan algunos como los siguientes: la mitad de los menores consideran que lo que más los hace felices se simplemente convivir con familiares y jugar; a la mitad también lo que más les preocupa es no recibir un buen trato; a tres de cada diez les preocupa la seguridad en los espacios que utilizan como sus propias casas, las calles y los parques.

Siete de cada diez prefieren platicar con su madre que con su padre (tres de cada diez); en general, la mayoría (9 de diez) quieren que los escuche su propia familia.

La consulta también recurrió a los dibujos para que los participantes pudieran expresar gráficamente felicidad o tristeza, así la mitad dibujó figuras humanas para simbolizar lo que los hace felices, mientras que el cuarenta por ciento dibujó lo mismo, pero para expresar lo que los hace infelices.

Gráficamente, la infelicidad fue representada como miedo o enojo por el 20 por ciento; el uno por ciento como falta de cuidados y muchos la representaron con fenómenos como separaciones, falta de juego, violencia y maltrato.

No es necesario ser especialista para notar que los niños están retratando la sociedad en la que vivimos, con ausencias, pérdidas y peligros que incluso invaden los hogares; la necesidad que tenemos todos de comunicación, empatía y hasta de ocio y diversión, de tranquilidad

Este ejercicio resulta aleccionador porque apela a las emociones y, en ellas, los niños y jóvenes suelen ser más sabios que los adultos, que tendemos más bien a justificar la situación mientras que, en el fondo, como ellos, también tenemos miedo, frustraciones y tristeza.

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