El Presidente López Obrador hizo algo inédito en la historia política reciente país: envió 20 iniciativas de reformas legales, muchas de ellas constitucionales, al Congreso de la Unión para que se discutan en el último periodo de sesiones de la actual Legislatura. Y sostengo que es inédito porque en los últimos sexenios ningún Presidente había propuesto reformas estructurales a meses de terminar su periodo constitucional.

En la época priista, el Presidente dejaba de serlo y poco a poco el candidato en turno tomaba las riendas sobre todo en la parte política y electoral; mientras que el Ejecutivo Federal se dedicaba a ayudar desde el gobierno, a cuidar la elección y a preparar sin sobresaltos la entrega de la administración pública. En ese ritual presidencialista su poder empezaba a cesar al elegir a su sucesor quien tomaba las riendas incluso de áreas estratégicas del gobierno y desde luego del partido.

Pues esos tiempos ya se fueron, ya no existen, con la 4T y las nuevas practicas políticas el poder del Presidente no disminuyó, al contrario se hace sentir por todos lados y en todo tiempo, no hay tal cesión, ni concesión, ni siquiera con los suyos.

Respecto del Poder Legislativo, la parálisis era todavía más profunda. Tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República era costumbre que el último periodo de su función todas y todos los legisladores ya estaban en campaña. Desde que se reinstaló la reelección hace 6 años la parálisis todavía fue mayor, algunos buscan reelegirse, otros más van de diputados locales o presidentes municipales, muy pocos alcanzan el sueño de la candidatura a gobernador, y otros más se van a la campaña presidencial y a los cuarteles partidistas, pero todo mundo en campaña.

En fin, tampoco era práctica común en nuestro país que en el periodo electoral hubiera actividad legislativa en el Congreso, solo cierres administrativos. Algunos escarceos electorales en la Comisión Permanente pero la elección estaba en las calles y no en la Tribuna parlamentaria. Al parecer en tiempos de la 4T esto también ya cambió. El presidente sorprendió a todos con un paquete de reformas no solo numeroso en tamaño, sino también porque muchos temas son verdaderamente profundos, importantes, estructurales hubiera dicho la tecnocracia priista.

Sobre este hecho inédito en mi opinión hay una buena noticia, una mala y otra peor.

Primero, la buena es que el Ejecutivo Federal no está paralizado; la mala es que es tarde para presentar reformas tan profundas, insisto algunas muy importantes, que deben ser analizadas y debatidas en otro contexto; y la peor es que su objetivo al final es absolutamente electoral y no con “razones de estado”, pirotecnia electoral la han llamado algunos de sus detractores. Me explico.

LA BUENA.- El Presidente no está paralizado y esa, creo, es una buena noticia. Activo, como es, no podía limitar su rol, su papel atrás de bambalinas y decidió seguir siendo un actor principalísimo en estas elecciones. Esto, que pudiera ser considerado como una invasión sobre todo a la propia candidata surgida de su Movimiento, en mi opinión es muy bueno porque el gobierno no se paraliza. En otros tiempos el gobierno se movilizaba en torno al proceso electoral y la mayoría de los funcionarios descuidaban su función en el mejor de los casos. En el peor, ante la distracción del proceso electoral se dedicaban únicamente a enriquecerse, es el mejor año de la corrupción burocrática porque el reflector no está puesto en ellos. El “año de Hidalgo”, del saqueo sexenal se le bautizó en la picaresca de la política mexicana.

Por cierto, esta expresión de “el año de Hidalgo” poco tiene que ver con nuestro prócer de la independencia Miguel Hidalgo y Costilla. En la picaresca mexicana se refiere a la analogía de tomar un caballito de tequila o cualquier otra bebida alcohólica de “Hidalgo,” es decir, de un solo trago y “sin dejar nada.” En esta analogía “tomar de Hidalgo” significa “no dejar nada” en las arcas públicas, gastarse hasta el último peso del presupuesto antes de que acabe el puesto o cargo que se tiene y para no dejar nada a los que llegan. Esperemos que las iniciativas del Presidente, les ocupen tanto el tiempo a los funcionarios que no puedan dedicarse a planear y ejecutar el tradicional año de Hidalgo. Esa sí sería, una gran noticia para este país sangrado por la corrupción de los políticos en turno de todos los colores.

LA MALA.- El contexto para debatir iniciativas tan importantes no permitirán que algunas lleguen a buen puerto. Por ejemplo, la reforma judicial ya es impostergable, no puede seguir viviendo nuestro país con tanta impunidad. Qué bueno que los altos funcionarios del Poder Judicial sigan pelando por su autonomía e independencia eso es el equilibrio constitucional, pero lo que ya no puede seguir siendo es que sean tan ineficientes; el país se consume por la falta de Estado de Derecho y esa es su responsabilidad. Ni siquiera personalidades de la 4T como la exministra y hoy Senadora Olga Sánchez Cordero, o el ex Presidente de la SCJN Arturo Saldívar, creen en la elección popular de los jueces, magistrados y ministros, está claro que esa reforma constitucional no pasará. Pero lo que ya es impostergable es una reforma a fondo al Poder Judicial, México no puede seguir viviendo sin justicia.

La reforma electoral también es muy importante, no hubo en este sexenio una actualización de nuestras leyes en la materia. No podemos por cierto ir para atrás, también la reforma electoral es necesaria y urgente. O la noble iniciativa sobre indígenas, o discapacitados, o la pensión progresiva universal para los adultos mayores, esas iniciativas deben tener un buen desenlace que ojalá no se obstaculice por el proceso electoral en marcha.

Mención especial merece la reforma a las pensiones. La jubilación se volvió -y se volverá más en el futuro cercano- en uno de los grandes problemas presupuestales de nuestro país. Hace varios sexenios Ernesto Zedillo quiso adelantarse a esta bomba de tiempo, pero el problema sigue creciendo y creciendo, no va a haber dinero para que los trabajadores y los burócratas se retiren con el 100% de su sueldo, como sería el mundo ideal. Por eso, la pensión universal para adultos mayores parece una buena salida, pero se necesitan recursos para fondearla.

En conclusión, el debate y las reformas de temas tan importantes como la de las pensiones es inaplazable el país debe seguir caminando. Por eso es mala noticia poner en el debate público estos temas nacionales prioritarios en medio de un proceso electoral.

LA PEOR.- La política, y sobre todo la electoral, sujeta al país, lo detiene, lo paraliza. Es imposible avanzar en 6 años de administración cuando por lo menos dos están dedicados a temas estrictamente electorales. En el caso de este paquete de reformas, insisto algunas de ellas muy importantes, si el objetivo es exclusivamente electoral pues entonces nunca vamos a avanzar como país, si dos terceras partes del periodo presidencial se le dedica a la “grilla” electoral. Repito, como muchos detractores del Presidente han dicho, las iniciativas son “pirotecnia electoral”, saben que no van a pasar y por eso, y afortunadamente, los mercados financieros no tienen reacciones negativas.

La apuesta del Presidente es alta porque en su estrategia busca nuevamente tener control de la agenda electoral. Su objetivo no es que pasen las iniciativas sino meterse de lleno al proceso electoral, no tengo duda que lo logrará porque la oposición sigue sin saber descifrarlo. No se esperaban este nuevo movimiento estratégico del Presidente, los volvió a tomar por sorpresa y no tienen ni siquiera la oportunidad para contrastar de manera exitosa las ideas y el actuar político del Presidente. Todo el debate será superficial y no un debate a fondo como la nación lo requiere. Solo será decir no al pase de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas y entonces al no pasar la reforma el Presidente ganará y los responsabilizará del fracaso en seguridad pública que ya se extiende por lo menos a veinte años.

Hoy México necesita mas que nunca a una estadista. Estamos esperando a un líder sensato, patriota, racional y capaz que reforme profundamente nuestro sistema político, nos de seguridad y paz a las y a los mexicanos. Claudia Sheinbaum: ahí está el llamado de la historia.