Karime Díaz
Cada semestre soy invitada a dar la sección de evolución a los estudiantes de primer semestre de la Facultad de Ciencias Biológicas de la que egresé. En mi primera clase les hablo de por qué la humanidad se ha hecho preguntas sobre nuestros orígenes y los mecanismos evolutivos. Les hablo de quiénes fueron personas pioneras para la biología pero me tomo un buen rato para hablarles de las contribuciones de las mujeres en la evolución. Esto lo hago a modo de protesta, porque cuando yo fui estudiante, cuento con una mano a las científicas que se mencionaron en mis clases.
Por ahí de 2010 en una semana de la investigación, acudí a una conferencia que me marcó para siempre. Conocí a una mujer que me impactó no solamente por su quehacer en la ciencia sino por su firme convicción y compromiso como activista: Valeria Sousa. En aquella conferencia habló de su investigación con microorganismos primitivos que pueden contener la respuesta a una de las preguntas que más dolores de cabeza han provocado a la biología: el origen de la vida. La Dra. Sousa nos contó que estos microorganismos siguen aún vivos en Cuatro ciénegas en Coahuila pero nos expuso también su indignación y preocupación, porque una empresa gigantesca de leche estaba devastando todo. Ella había estado enérgicamente pronunciándose ante tal atrocidad intentando hacerles entender que lo que hacían era más que grave, estaban acabando con un patrimonio científico del mundo. La escuché hablar con una pasión inigualable sobre estos seres que ni siquiera podemos ver sin un microscopio porque eran el “tesoro de la vida”.
Por su influencia, empecé a hacer educación ambiental, ahí me cayó el veinte de su importancia. Años más tarde, tuve la oportunidad de ser madrina de una proyección en el marco del festival de cine y medio ambiente más importante de México, Cinemaplaneta. Y fue un documental sobre Cuatro Ciénegas y aunque en él nunca apareció la Dra. Souza, por supuesto que la mencionaron y reconocieron que su trabajo como activista después de mucho tiempo dio frutos y esta empresa horrorosa y saqueadora dejó este ecosistema tan frágil en paz.
Valeria Souza es una científica mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es fundadora y coordinadora del Laboratorio de Limnología de la UNAM. Sus intereses de investigación incluyen la ecología microbiana, el papel ecológico de los microorganismos en los ecosistemas acuáticos y los efectos del cambio ambiental en la biodiversidad. Además de sus contribuciones científicas, Valeria Souza participa activamente en la educación y defensa ambiental.
Además, por toda la labor que ha realizado en 2019 fue reconocida como miembro honorario internacional en la Academia Americana de Ciencias y Artes, siendo la primera mujer mexicana en firmar en el mismo libro que Charles Darwin, en el área de ciencias biológicas. Solo las personas más sobresalientes llegan hasta acá y la Dra. Valeria Sousa, una mexicana perseverante e inspiradora seguramente llegará todavía más lejos.
Mencionando las contribuciones de las mujeres en la ciencia sigue siendo rebeldía y protesta. Y es doble cuando se trata de mujeres en Latinoamérica. Porque, así como la Dra. Sousa, hay muchísimas mexicanas más que merecen reconocimientos de nivel internacional, pero que desafortunadamente, por la brecha de género, todavía estamos a una distancia considerable de alcanzar la igualdad en las ciencias.