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Margarita González Saravia*

“Conocer nuestra historia es tener identidad con nuestra tierra.”

CE ACATL TOPILTZIN QUETZALCÓATL

“NUESTRO PEQUEÑO PRINCIPE SERPIENTE DE PLUMAS PRECIOSAS

NACIDO EN EL AÑO UNO CAÑA”

La identidad de un pueblo se basa en su historia, su cultura, pero también en el legado de los personajes que dejan una huella indeleble en la conciencia de los pueblos. Topiltzin Quetzalcóatl es parte de esa herencia extraordinaria que tuvo una influencia fundamental en el pensamiento de la tierra mesoamericana, convirtiéndose en un gran creador y filósofo de su tiempo.

Si bien hay controversia sobre el lugar de su nacimiento, varios historiadores, arqueólogos y la misma historia oral de los pueblos ubican su nacimiento en el hermoso pueblo de Amatlán, junto a los macizos montañosos de Tepoztlán en el hoy estado de Morelos. Sitúan su vida entre los años de 895 a 947 D.C.: Ce Acatl: Año uno caña.

Este ser humano, considerado el principal sacerdote del dios Quetzalcóatl, jugó un papel extraordinario en el pensamiento de la cultura de los pueblos originarios. Implantó una forma de gobierno obedeciendo a una filosofía: el Toltecayotl, es decir: “el modo de vida tolteca”.

Ante la corrupción y el caos, que imperaban en los gobiernos de su época, decidió desterrar la guerra como concepto de poder y tomó medidas para aliviar el agobio que sufrían los pueblos, ideando un gobierno armónico donde el bienestar, la cultura y el arte fueran la parte fundamental del quehacer político.

El ejercicio de su primer gobierno fue en Tula, entre los toltecas, su influencia estuvo ligada al fortalecimiento de valores culturales, en formas de gobierno basadas en la educación, en la creación innovadora y el desarrollo tecnológico, con el fin de mejorar la producción y abasto de alimentos para acabar con el hambre.

Topiltzin, limpió y fertilizó los campos, desvió ríos a los desiertos, hizo represas y canales, abrió cerros para conducir el agua, excavó innumerables aljibes. Diseñó graneros, que resistían a los depredadores. Construyó un jardín donde se llevaban semillas de todos lados del Anáhuac para obtener cosechas abundantes y resistentes. Fortaleció la producción del maíz en sus diversas especies. Creó una gran industria del algodón para que nadie estuviera desnudo, introdujo de otras zonas especies como el tabaco y el cacao.

Fomentó de manera muy importante la educación, escuelas para niños y jóvenes, donde se enseñaban todos los valores para hacer mejores hombres y mujeres. También fomentó las escuelas de medicina con todo el conocimiento de la medicina tradicional, las cuales funcionaban como hospitales.

Promovió la fabricación de papel la creación de libros, lo que le llevó a construir una gran biblioteca: Amoshpialoyan, donde se guardaban, además de los códices, mapas, sellos, todo podía ser consultado por la población y por extranjeros.

La promoción del arte se convirtió en una de sus principales tareas, logró conjuntar a artistas de diversos territorios en las disciplinas de la pintura, escultura, danza, teatro y arquitectura. Logró hacer de Tula una de las ciudades con los más hermosos edificios. De esta manera la cultura Tolteca, la que fortaleció Quetzalcóatl, floreció y despertó la aspiración de otros.

Topiltzin dejó las tierras del Tollan y fue al sureste dejando un legado importante también en los pueblos mayas.

Se convirtió en una leyenda, que perduró hasta nuestros tiempos. El Toltecayotl, fue la máxima expresión de una cultura basada en el humanismo y que hoy se presenta más viva que nunca como una necesidad para encontrar caminos de armonía, paz y bienestar para nuestros pueblos.

*Ciudadana Morelense

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