Este 18 de febrero, retumbó a lo largo y ancho de nuestro querido México, una sola voz que ve y siente lo mismo. Nuestra democracia está herida y amenazada por un régimen gubernamental arrogante y autoritario, que primero utilizó a las instituciones democráticas como el INE y a las reglas electorales del juego político para llegar al poder y, ahora que ya lo tiene, las quiere DESTRUIR para erigir un gobierno autoritario con tintes dictatoriales y disfrazadas de democracia.

Una democracia sin opciones, dice el inquilino del Palacio Nacional: si no están conmigo son unos traidores, son los conservadores que están en mi contra, cuestiona y descalifica todo aquello que sea contrario a su pensamiento. La única democracia que existe es la de él y no las de las instituciones como el INE, por eso hay que acabar con ellas.

No tardará en convocar a otra marcha o concentración en el zócalo para demostrar su poderío, tal vez me equivoque, pero esa sería la reacción de un líder carismático, pero no la de un Presidente.

Los mexicanos estamos viviendo un momento crucial en nuestra historia política. La disyuntiva es clara: un gobierno que busca la continuidad e instalarse en el poder y un Frente Amplio por México que busca respetar la Constitución y las instituciones democráticas.

En nuestras manos y conciencia cívica, esta salir a votar por algunos de los dos proyectos de Nación. En nuestras manos esta nuestra libertad y destino.