Tendencias y tradiciones: el debate de la apropiación cultural en la moda
La moda, en su esencia, representa una forma de expresión personal y creativa que trasciende fronteras y culturas. No obstante, en los últimos años, la industria de la moda se ha visto envuelta en una creciente controversia relacionada con la apropiación cultural. Este debate se ha intensificado recientemente, ya que mientras navegaba por internet, me topé con numerosos artículos periodísticos que abordaban la demanda presentada por el actual gobierno mexicano contra la cadena de tiendas Zara.
En esta demanda, se alega que la compañía española vulneró los derechos culturales de los pueblos indígenas mexicanos al producir y vender prendas de vestir que incorporan patrones y diseños tradicionales sin la debida autorización ni una justa compensación económica para este sector de la población. Este caso subraya la necesidad de abordar la apropiación cultural desde una perspectiva legal y ética, especialmente cuando se trata de empresas multinacionales que obtienen beneficios económicos de la explotación de la cultura de otros países.
La apropiación cultural en el contexto de la moda se refiere a la adopción de elementos distintivos de una cultura en diseños o productos sin el debido respeto, comprensión o consentimiento. Si bien este fenómeno no es novedoso, en la era de la globalización y las redes sociales, las acusaciones de apropiación cultural se vuelven más visibles y polémicas.
Un ejemplo adicional es el caso de la diseñadora Carolina Herrera, quien en 2019 enfrentó acusaciones similares relacionadas con su colección Resort 2020. La secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto, escribió una carta a la compañía expresando su preocupación por el uso de patrones y diseños exclusivos de ciertas regiones de Oaxaca y Jalisco. Un portavoz de la casa de moda fundada por Herrera, respondió que la marca reconoce el trabajo de los artesanos mexicanos y que los vestidos y trajes se inspiraron “en los ricos colores de la cultura y las técnicas artesanales”.
La demanda de México contra Zara nos recuerda la necesidad de abordar este fenómeno con seriedad y respeto. En un mundo interconectado, debemos ser conscientes de la importancia de valorar y proteger la diversidad cultural, reconociendo que la apropiación cultural no es una simple expresión de creatividad, sino un acto que puede causar daño a las comunidades culturales de todo el mundo. Pero dejo la pregunta abierta: ¿Dónde trazamos la línea entre la inspiración
y la apropiación en la moda? ¿Crees que la cultura y las tradiciones deben ser compartidas con el mundo o es esencial reclamarlas?
Nos leemos en la próxima entrega, mientras tanto, comparto esta cita de John F. Kennedy: “Si el arte ha de nutrir las raíces de nuestra cultura, la sociedad debe dejar al artista libre para que siga su visión dondequiera que lo lleve”.
¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches y hasta la próxima!