Oralba Castillo Nájera
Poema 1, de Roberto López Moreno
“Paloma de dónde vienes,
–vengo de ver a Siqueiros,
Traigo las alas quemadas
Por los pinceles de fuego
Paloma de ala incendiada
¿Cómo miraste a Siqueiros?
–muy pálido y silencioso
Como un sol que está durmiendo
Era lumbre de la sangre
Era trigo en movimiento,
Hoy es un surco en reposo
En su cama, todo quieto
Paloma modela con llanto
Nube, aire, lumbre y cerro
Una guitarra de tierra
Que haga canciones su cuerpo.
Siqueiros no está en su cama
–son cosas de entendimiento—
Se fue a pasear por el campo
Con los colores del viento
En el plan, en la montaña,
En el aire y en el fuego
Los pájaros como ríos,
Lloran por un árbol menos.
¡Ay! novias de cal amarga
Muros de adobe y recuerdos
La tarde se fue a un velorio
Con un rebozo de duelos
Onda roja sin reposo
La de David cuando preso,
Con los pinceles nutria
Las libertades al vuelo.
Y después allí tendido
Como hoguera sin aliento
Como alguien que se da el lujo
De que digan que está muerto
Llegaron los funcionarios
Hombres de luces y verbo
A verlo sobre su cama
Como gorriones y cuervos
Bellas Artes, la Rotonda
Por los caminos de México
Llevan su cuerpo en el aire
Sobre pasos de silencio
Lo llevaron a enterrar
Los señores del gobierno
¡Ay! ¡Quisieran arrancarlo
De las raíces del pueblo
Paloma de luz herida
Con los plumajes de enero
Regresa calladamente
Que está durmiendo Siqueiros
¡Ay! David, el flechador
De murales sin secretos
Que fuiste untando la sangre
Sobre las horas del miedo
Poema 2, de Pablo Neruda
“Aquí te dejo, con la luz de enero
El corazón de Cuba libertada
Y, Siqueiros, no olvides que te espero
En mi patria volcánica y nevada
He visto tu pintura encarcelada
Que es como encarcelar la llamarada
¡Y me duele al partir el desafuero!
Tu pintura es la patria bien amada
México está contigo prisionero