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Vicente Arredondo Ramírez *

LA JORNADA MORELOS

27 de diciembre del 2022

Ser o no ser, y presencia o ausencia, son pensamientos, sentimientos y dilemas humanos, pero, sobre todo, son hechos irrefutables e inevitables. Las reflexiones sobre la naturaleza del tiempo y del espacio, de lo finito y de lo infinito, de lo visible y de lo invisible han estado presentes en la evolución del homo sapiens.

Hablando específicamente sobre el tiempo y el espacio, más allá de consideraciones filosóficas, para los seres humanos son un algo que experimentamos en la mente y en el cuerpo. En el tiempo y en el espacio encajan los nacimientos y las muertes de las personas, nuestros ciclos de sueño y vigilia, de consumo de alimentos, de actividades rutinarias, de celebraciones y rituales, de movilidad espacial, de momentos de partida y de llegada, de enfermedades y sanaciones, de dolores y alegrías, de envejecimiento, y más.

Simplificando, el tiempo es un algo que medimos en un calendario y en un reloj. Nos guiamos por las horas, los días, los meses y los años. En este caprichoso ordenamiento del tiempo, el mes de diciembre en Occidente significa el fin de un ciclo anual. A la par, ese mes nos invita a hacer una pausa, para recordar y valorar lo que ha sido nuestro estar en la vida, en el año que termina.

Si en efecto, en este fin de año estamos en modo reflexivo, propongo hacernos diez preguntas, cuyas respuestas nos pueden dar elementos para ordenar en adelante nuestros pensamientos y conductas:

1. ¿A qué le tengo más miedo en esta etapa de mi vida?

El miedo es quizá el más peligroso cáncer de la mente. Nos destruye poco a poco. Nos paraliza. No nos permite pensar con claridad. Nos desacomoda el ánimo. 

2. ¿Odio a alguien? 

El odio envenena el alma. Impide actuar razonablemente. Induce a conductas riesgosas.

3. ¿De qué me arrepiento?

Los humanos hacemos cosas, voluntaria o involuntariamente, que perjudican a los demás. Las podemos hacer con premeditación, alevosía y ventaja, por descuido, por ignorancia, por miedo, por coraje, por presión, o por odio. 

4. ¿Qué cosa volvería a hacer igual, una y otra vez?

Qué de lo que realice el último año me llenó de satisfacción, y lo volvería a hacer de nuevo, de presentarse las mismas condiciones.

5. ¿Cuál fue el mayor aprendizaje que tuve en este año que termina?

Sabemos que el aprendizaje es una capacidad humana permanente, y que no está atada sólo a la educación formal escolar. Los aprendizajes tienen al menos tres efectos: conocer más, saber hacer cosas, y modificar nuestras percepciones y conductas.

6. ¿Hay algo en especial que me desanima a seguir viviendo?

Como seres vivientes, los humanos experimentamos diferentes estados anímicos, algunos de los cuales, en distinto grado y duración, nos desmotivan para vivir.

7. ¿Estoy bien con mi familia?

El núcleo básico de referencia como seres sociales es la familia. La seguridad que nos da la relación familiar es esencial, ya sea en condición de padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija, o amigo.

8. ¿Me satisface mi trabajo?

El trabajo por remuneración o ingreso es lo que ocupa en general la mayor parte del tiempo de la vida cotidiana. Es frustrante dedicarse a algo que no da satisfacción, que no ofrece retos, que no estimula el crecimiento personal, que se hace con gente que no nos agrada, y en condiciones no propicias.

9 ¿Qué es lo que más me enoja de la situación actual de México?

Nuestra identidad personal está determinada por múltiples factores. Sentirnos parte de una nación es uno de ellos. Sin duda disfrutamos lo que ofrece el ser y sentirnos mexicanos, a la vez que nos molesta, inquieta o enoja lo que sucede en el país e impide disfrutarlo y vivirlo en paz.

10. ¿Cuál es el mayor aporte que ahora le estoy haciendo a México?

Es una necesidad natural vivir en sociedad. La sociedad es un mecanismo complejo de relaciones humanas, a través del cual damos y recibimos una gran variedad de satisfactores. Además, vivir en sociedad implica cumplir las normas de convivencia acordadas, las cuales se expresan en derechos y obligaciones.

Respondernos estas preguntas, en este cierre de año, aunque válidas en cualquier día del calendario anual, nos será benéfico en lo personal y en lo colectivo, al margen del tiempo que nos quede en este planeta. Feliz año nuevo.

 

*Especialista en temas de construcción de ciudadanía.

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