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Mientras escribo estas líneas el gobierno mexicano, como el de casi todos los países, complejiza sus medidas de contención migratoria. Tanto los conceptos de cooperación como el de seguridad son vasijas del significado, ambos pueden ser usados para desplegar acciones de contención migratoria bajo la consigna de colaboración o protección, pero es la fachada para arremeter con deportación, violencia y muerte. “No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni cosas malas que parezcan buenas” es la consigna de algún refrán mexicano. El corredor México Estados-Unidos tiene dos notas importantes a tratar en este cierre de marzo 2024. En la frontera de Ciudad Juárez se dispararon balas de goma y se lanzó gas lacrimógeno desde Texas bajo la consigna de -asegurar la frontera-. En ese contexto, el gobierno mexicano en turno anuncia el programa “Vuelta a la Patria” bajo la premisa de -cooperación- con el gobierno de Venezuela para devolver migrantes de aquella nación. Aquí algunas notas.

Ciudad Juárez es un punto neurálgico de tensión espacial. Desde febrero de 2024 el gobernador de Texas Greg Abbott anunció que construiría un campamento militar en la frontera con México en Eagle Pass. El político es una figura abiertamente antinmigrante que colocó alambres de púas en el Río Bravo. Los argumentos son que esto evita la “invasión” de migrantes y la llegada de “criminales” a la frontera. De acuerdo con algunas notas de La Jornada (Estrada y Villalpando, 2024), el 21 de marzo la Guardia Nacional del Estado de Texas disparó balas de goma y lanzó gas lacrimógeno contra 400 migrantes aproximadamente, la mayoría venezolanos. Esto se suma a medidas de contención que ha implementado Texas como el uso de personal policial y militar, las barreras de alambrados de púas y el uso de equipo antimotines. Todo esto con la intención de evitar que las personas migrantes puedan solicitar asilo. La bala disuasoria, la máquina de muerte.

El viernes primero de marzo Venezuela y México suscribieron un acuerdo sobre migración denominado Vuelta a la Patria que busca el retorno de venezolanos. Esto fue suscrito por los secretarios de Relaciones Exteriores Yván Gil Pinto de Venezuela y Alicia Bárcena de México. El presidente López Obrador indicó que cada migrante retornado debe tener un apoyo como el que se da en México, haciendo referencia a los programas Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida. La idea es que el gobierno mexicano otorgue 110 dólares mensuales por seis meses a migrantes venezolanos devueltos a sus países. El programa de cooperación disuasorio, el mecanismo de deportación.

No es casualidad que ambos sucesos ocurran en este mes. De acuerdo con la Agencia EFE sólo en 28 días de diciembre de 2024, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo a 235,000 migrantes que intentaba cruzar a Estados Unidos por la frontera sur, la mayoría provenientes de Venezuela, Colombia y Haití (The San Diego Union-Tribune, 2024). Desde el primero de enero del 2024 al 24 de marzo del mismo año se registraron 100.00 cruces en el Darién, 64, 307 venezolanos (EFE, 2024).

El papel geopolítico de México dentro del contexto migratorio es el de la contención, la disuasión y la permisión. Se disparan balas hacia personas migrantes con dirección al territorio mexicano. Se llevan a cabo acuerdos entre países de emigración y de tránsito (Venezuela y México) bajo la premisa de cooperación. Además, las balas de goma han cobrado vidas migrantes en la historia de la movilidad (Oviedo, 2020, p. 76) y su uso es más que disuasorio, la intención es la de lesionar y provocar la muerte. Los -acuerdos de cooperación- no son otra cosa que deportación asistida. El gobierno mexicano se beneficia, coopera, tolera y solapa a la máquina de deportación y muerte más grande del mundo: Estados Unidos.

*Milpaltense, internacionalista, escribiente y migrantólogo.