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La reciente suspensión del uso de los recursos del Fondo de Infraestructura Regional Municipal ordenado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha puesto, de nueva cuenta, al presupuesto 2023 en medio del debate.

La aprobación del paquete presupuestal fue, por decir lo menos, tensa, y polarizó aún más a los bandos encabezados por los poderes Legislativo y Ejecutivo, conformados por los municipios que se han alineado a uno u otro lado.

La suspensión implica que la Secretaría de Hacienda ya no está obligada a seguir radicando recursos a los municipioscomo ordenó el Congreso en el decreto 579 por el que aprobaron el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado para el ejercicio fiscal 2023.

En el remoto caso que no se lo propusieran, tanto el Gobernador como el Congreso igual han fomentado una innecesaria división entre los municipios y ese, precisamente, es el punto central de la importancia del Fondo de Infraestructura Regional Municipal que ahora tendrá que suspenderse hasta que, presumiblemente, se encuentre una nueva fórmula para ejercerlo.

Este fue el motivo para que varios municipios, por lo menos,amenazaran con interponer sus propias controversias constitucionales contra el presupuesto aprobado por los diputados, sumando sus alegatos a la controversia levantadapor el Ejecutivo estatal.

Ciertamente a la Suprema Corte le pareció atendible el argumento de que el Fondo beneficiaba inequitativamente a los municipios morelenses pues, mientras que tres de ellos -Cuernavaca, Yecapixtla y Yautepec- recibían el 70 por ciento del total, otros como Xoxocotla, Coatetelco y Hueyapan, ni siquiera figuraban en él.

Lo mejor será que se reformule el Fondo a tiempo para que se pueda ejercer correctamente pues estamos casi a la mitad del ejercicio fiscal y las compras y obras de último momento salen siempre contraproducentes. Desde luego, no es solo la distribución del presupuesto que favoreció a unos municipios y olvidó a otros, el Ejecutivo de Morelos también controvirtió otros rubros del presupuesto que la propia Corte de Justicia de la Nación tendrá que resolver en breve.

La moraleja es que, si es malo no negociar, también lo es avorazarse. 

Mientras tanto, los municipios y su gente, como siempre, tendrán que esperar un rato más. El presupuesto continúa en el debate.

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