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Es una pena que los funcionarios antepongan sus vendettas, rencores e intereses personales al imperio de la justicia, la investigación de los delitos y la tranquilidad de la ciudadanía. La tragedia de Huitzilac no tendría por qué ser la excepción.

La indignación social por los niveles de violencia que se han alcanzado en nuestro estado parece estar en un segundo plano cuando los funcionarios encuentran la oportunidad para desacreditar al de enfrente.

En el caso del multihomicidio de Huitzilac los funcionarios parecen estar más atentos a lo que dicen y opinan sus adversarios a lo que les debería obligar su responsabilidad como eso, como funcionarios encargados de la ley y de la persecución de los verdaderos responsables de alterar la paz pública.

Si se atiende una versión, se liberó a un peligroso sospechoso porque la juez que tomó el caso se equivocó en los criterios que tenía que aplicar, detrás de todo el Fiscal cree ver la animadversión que siempre le ha tenido el Gobierno del Estado.

Si se atiende la otra versión, se quiso fabricar un culpable y hasta se recurrió a la tortura para lograrlo, argumentos respaldados por el inculpado quien difundió un video en el que narra torturas y asevera que el Fiscal General protege al verdadero culpable.

Ahora, la Comisión de Derechos Humanos en el estado de Morelos duda que hayan liberado a Luis Alberto Ibarra Martínez, alias “El Diablo” y dice que, en el video, la ropa que éste portaba eran las de un preso, por lo que tiene la turbia sospecha que alguien lo haya obligado a grabarlo. Ahora la hermana de El Diablo interpondrá una queja por el cateo que hizo la Fiscalía en su domicilio, que fue donde encontraron las pruebas con las que presentaron a su hermano ante la ley.

Mientras todos quieren llevar agua a su molino, el o los responsables del crimen deben estar muy tranquilos mirando como los funcionarios son capaces de intentar ahogarse mutuamente en el chapoteadero, por que nadie tiene el valor de investigar en las verdaderas profundidades de lo que pasa en Morelos.

La Fiscalía dice que ahora busca de nuevo a El Diablo porque es sospechoso de otros ilícitos que, recordó de pronto, pero que habían pasado por alto cuando le tomaron declaración como supuesta víctima de una agresión y, por su parte, Ibarra Martínez asegura haber librado a la muerte de un tiro en la cabeza cuando, por lo menos en su video, no se le ve ninguna herida.

Que a nadie se le olvide que el delito de Huitzilac sigue impune, como la mayoría de los que se cometen en Morelos. Nuestro estado es de los más peligrosos de México y eso es mucho decir. Por eso es por lo que, desde hace mucho tiempo, aquí las comedias de equivocaciones de este tipo dejaron de ser divertidas y ahora son simplemente solo farsas trágicas.

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