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ADN antiguo en México y una población fantasma

Agustín B. Ávila Casanueva*

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El territorio que ahora conocemos como México se dividía antes en dos grandes regiones, Aridoamérica y Mesoamérica. Hace entre 1100 y 900 años ocurrió una gran sequía, sin embargo, no es claro cómo afectó a las poblaciones de las fronteras entre estas dos regiones. Una propuesta es que las poblaciones de Aridoamérica, al extenderse su territorio por la sequía, también se hubieran recorrido hacia el sur, generando un recambio poblacional en la zona del Bajío.

Para aclarar esta situación, y conocer de mejor manera el pasado de nuestra región, una grupo de investigadoras e investigadores principalmente mexicanos, y liderados por la doctora María Ávila, directora del Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano de la UNAM campus Juriquilla, decidieron secuenciar y analizar el ADN de restos arqueológicos de la época para conocer cuáles poblaciones habitaron en la Sierra Gorda de Querétaro, así como algunas otras regiones del país como Michoacán, Guanajuato y la Sierra Tarahumara.

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Moliendo un poco de los molares de distintos restos arqueológicos —todo esto con permiso del INAH—, el grupo de trabajo logró obtener ADN de muestras antropológicas de miles de años de antigüedad, generando el conjunto de datos paleogenómicos más grande que se ha generado en México. Marcando la pauta para que nuestro país genere sus propios análisis sobre su pasado y permitiéndonos contar nuestra propia historia, sin que los grupos de investigación de países con mayores recursos tecnológicos y para realizar investigación, vengan a hacerlo por nosotros.

El proceso de trabajar con ADN antiguo es delicado y requiere mucho cuidado. Más cuando se trata de ADN dehumanos. Lo que más se busca evitar es la contaminación que las y los mismos investigadores pueden llegar a generar, ya que al buscar ADN de humano es más fácil recuperar el ADN de los humanos que están alrededor de las muestras y que es mucho más abundante y se encuentra mejor conservado que el de los restos arqueológicos. Es por esto que es necesario contar con espacios limpios para trabajar con las muestras, aislados del resto del laboratorio donde se trabajan otro tipo de muestras y las y los investigadores deben de trabajar con trajes especiales que los cubran por completo para evitar cualquier contaminación.

El grupo de trabajo publicó un artículo en la revista Science el pasado 12 de mayo con los resultados de su investigación. En él se describe la información analizada de doce genomas nucleares más 27 genomas mitocondriales —que nos hablan de los linajes maternos de las poblaciones—. Estos datos muestran que, en la zona del Bajío analizada, la estructura poblacional se ha mantenido desde hace al menos 1400 años, indicando que el cambio poblacional no sucedió como se suponía. Esto en parte, proponen las y los autores del artículo, porque la Sierra Gorda logró mantener cierto grado de humedad aún durante la sequía y porque la principal actividad económica de las poblaciones del lugar era el comercio del cinabrio, un mineral que consideraban sagrado.

Entretejido dentro de las dobles hélices analizadas el grupo de investigación también encontró información de una población que no ha sido descrita hasta la fecha. Los datos obtenidos de muestras provenientes del sitio arqueológico de Cañada de la Virgen, en Querétaro, revelan que parte de su ancestría proviene de una población fantasma, llamada por el momento UpopA2. Esto indica que hay una historia rica y compleja de la población de América —incluyendo lo que ahora es México— hacia el final del Pleistoceno.

Estos resultados marcan la pauta para nuevos estudios de ADN antiguo en México, lo cual nos permitirá conocer mejor las migraciones y poblaciones que dieron lugar a nuestras poblaciones actuales, así como poder describir de mejor manera nuestros componentes genéticos. Todo esto, esperemos, realizado por nuestros propios científicos en colaboración con las comunidades involucradas, de una manera ética y profesional.

*Coordinador de la Unidad de Divulgación del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM y miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.

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La Jornada Morelos

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