Juan Antonio Siller Camacho
Este es un breve diario de viaje personal inspirado en la obra del siglo XIX “Incidentes de Viaje en Centroamérica, Chiapas y Yucatán” por los viajeros John Loyd Stephens y Frederick Catherwood, diplomático norteamericano y arquitecto inglés, quienes durante los años 1839 a 1841, realizaron un viaje como exploradores documentando e ilustrando muchos de los sitios arqueológicos a través de su obra, sumando alrededor de unas cincuenta ruinas de ciudades mayas.
Nuestro viaje reciente en abril de 2023, con mi hija Regina, tuvo otros motivos diferentes al de estos decimonónicos personajes pioneros en la arqueología y difusión del patrimonio cultural. Sin embargo, nuestra travesía también fue impulsada, en cierto sentido, por un interés relativo a un viaje de reconocimiento arquitectónico del patrimonio cultural y natural de esta interesante región del continente americano.
Una motivación que tenemos en común desde hace varios años, ha sido recorrer y documentar la denominada Carretera Panamericana, que atraviesa todo el continente americano desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Carretera recorrida parcialmente a lo largo de varios viajes a Sudamérica (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina), faltando Centroamérica como la parte aún pendiente por recorrer.
El motivo de este repentino viaje fue recuperar una camper que unos amigos catalanes habían adquirido en Yukón, y con la cual habían estado realizando un viaje partiendo desde Alaska, cruzando Canadá, Estados Unidos, México, y finalmente, Centroamérica. El punto de reunión para el intercambio de esta nave que ahora llamamos “Galeón”, fue realizado en San José, Costa Rica, ya que tuvieron que volver a España, posponiendo su proyecto de viajar hasta la Patagonia.
En tan sólo una semana organizamos la logística del viaje, empezando por un vuelo a las tres de la mañana, en un horario propio de estos vuelos “guajoloteros”, logrando aterrizar en la madrugada de un sábado, en donde ni la cafetería del aeropuerto estaba aún abierta.
El oriente de Costa Rica comparte el mar Caribe, el cual cuenta con una fuerte tradición con el resto del archipiélago multicultural de la región, integrando la parte continental con la región caribeña. El Puerto Limón conserva una población de origen africano que la hace especial junto con el resto de la región de las islas del Caribe.
La actividad productiva agrícola fue por muchos años dedicada primeramente al cultivo del banano y posteriormente del café. Lo que afectó y modificó el paisaje natural convirtiéndolo en un paisaje de monocultivos. El país ha recibido importantes apoyos y un buen desarrollo en la recuperación de estos contextos naturales y la restauración de los mismos a través de muchas áreas protegidas y parques nacionales. Las selvas originales se han ido recuperando, permitiendo una mejor conservación de suelos, flora y fauna, así como de su biosfera. Este ambiente protegido facilita la llegada de muchas aves migratorias de Norteamérica, que año con año hacen una larga migración a estas reservas naturales.
Costa Rica cuenta con tres inscripciones de patrimonio natural por la UNESCO, como son Parque Internacional La Amistad (1983), compartida con Panamá; El Parque Nacional Isla del Coco (1997) y El área de conservación Guanacaste. (1999). También cuenta con una inscripción de patrimonio cultural, la de Asentamientos Cacicales Precolombinos con Esferas de Piedra de Diquís (2014).
El país cuenta con 169 áreas protegidas que representan el 26% del territorio nacional, lo que permite conservar una gran riqueza natural con el 5% de la biodiversidad del planeta. Entre sus parques nacionales se encuentran: El Monumento Nacional Guayabo, Parque Nacional Braulio Carrillo, Parque Nacional Cahuita, Parque Nacional Carara, Parque Nacional Chiripó, Parque Nacional Corcovado, Parque Nacional la Cangreja, Parque Nacional los Quetzales, Parque Nacional Manuel Antonio, Parque Nacional Tortuguero, Parque Nacional Marino Ballena, Reserva Biológica Nuboso de Monteverde, Parque Nacional Volcán Irazú, Parque Nacional Volcán Tenorio, Volcán del Arenal, Volcán Poás.
En esta ocasión estuvimos en la reserva de Guanacaste, en la costa del Pacífico, cercana a la frontera con Nicaragua, por la que cruzamos para continuar nuestro “tornaviaje” por Centroamérica. La Nao o Galeón como denominamos a nuestra furgoneta del Yukón, continuó su navegación hacia Honduras y el Golfo de Fonseca…