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El 14 de febrero no siempre es un día para celebrar, en la actualidad es un momento para reflexionar, sostiene Joana, una joven de 22 años, que a su corta edad se vio envuelta en un noviazgo violento.

Joana, originaria de Cuernavaca, mantuvo una relación por nueve meses con “Juan” -nombre que utilizaremos a petición de Joana- que estudia en la misma preparatoria que ella pero en distinto salón.

Cuando Juan le pidió que fuera su novia, parecía una buena idea, llevaban saliendo ya un tiempo como amigos y lo pasaban bien; y los primeros meses de noviazgo reforzaban la idea.

Al cumplir siete meses, ocurrió lo que ella considera la primera gran alarma; un día después de haber ido a un bar y beber unas copas caminaron por las calles y repentinamente llegaron unos mensajes de un compañero de trabajo.

Juan le quitó el celular y empezó a responder los mensajes y al mismo tiempo empezó a cuestionar a Joana, los reclamos subieron de tono al grado de que la empujó contra una cortina de un local.

“Yo en ese momento me molesté mucho y cuando terminé le dije que yo no permitiría una relación así y me fui”, narró a la Jornada Morelos.

Más adelante, él consiguió contactarla y la convenció de verse para platicar. “Nos vimos y él me rogó, lloró y prometió que nunca más volvería a pasar y yo pensé que quizá había perdido el control por el alcohol y quise darle una oportunidad”, agregó.

Así que Joana y Juan, retomaron su noviazgo como si nada hubiera pasado.

Dos meses después la escena, nuevamente en plena calle, se repitió porque Joana tenía que irse porque ya era muy tarde y Juan simplemente quería que se quedara.

Joana fue determinante e intentó retirarse cuando su novio la tomó por la muñeca y no la dejó irse y nuevamente forcejearon. “Yo le dije que ahora si se terminaba la relación, que me iría, la calle estaba muy solitaria y alcance a ver una auto así que crucé la calle para irme, se siguió y me empujó contra la pared”, recuerda.

El auto se detuvo y eso dio tiempo a Joana para correr pero Juan fue detrás de ella y la alcanzó. Y de pronto desde otro auto una mujer preguntó: ¿Todo bien chicos? Y Joana respondió “no, necesito ayuda, ¿me puedo ir contigo?”. Joana subió al auto, pudo escapar y en ese momento terminó la relación.

A varios meses de distancia de ese episodio en su vida, en el marco del 14 de febrero, Joana reflexiona y cae en cuenta que esa relación era violenta y de no haber terminado, el maltrato podría haberse agudizado.

“Yo tengo claro que no quiero una relación así en mi vida, en mi casa hubo momentos de violencia y no quiero repetir patrones”, apuntó.

Las estadísticas hablan por sí solas

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN), más reciente, en México, siete de cada 10 mujeres de 15 años o más han enfrentado algún tipo de violencia durante alguna relación de noviazgo.

De acuerdo a esta encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el 76% sufrieron violencia psicológica, 17% sexual y 15% física estando en pareja.

En entrevista, Ricardo Torres Carreto, coordinador estatal del INEGI, destacó que la Encuesta sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) revela que en los 12 últimos meses “42 de cada 100 mujeres han sido victimizadas de alguna manera (psicológica, sexual, económica y psicológica) por su pareja (incluido el noviazgo) o por parte de algún miembro de la familia”.

Mientras que en Morelos se ha ubicado que en el ámbito escolar la violencia en el noviazgo es muy común

“Es en el ámbito escolar que ahí es donde el aspecto de victimización en el noviazgo se puede manifestar con más peso, más precisión y para Morelos en ese caso tenemos un 19.3, es decir, casi 20 de cada 100 mujeres han tenido en el ámbito escolar alguna situación de violencia”, dijo el funcionario federal.

¿Qué es la violencia en el noviazgo?

Gabriela Flores, psicóloga especializada en género, enfatiza la importancia de abordar el noviazgo en la adolescencia: “lamentablemente, para muchas mujeres, es en sus primeras relaciones donde se viven experiencias de violencia”.

Flores explicó que el maltrato surge de relaciones desiguales que buscan ejercer control, manifestándose en diversas formas como la física, sexual, verbal, psicológica y económica.

Advirtió que esta violencia comienza sutilmente, siendo difícil de percibir al principio. “El maltrato es producido desde una relación desigual donde se pretende ejercer poder y control, desarrollando diversas formas de violencia, como la física, que es cualquier conducta que cause algún daño físico y sexual. Es cualquier forma de abuso y de actos sexuales no consensuados, abuso verbal, uso de palabras para amenazar, culpar, minimizar, degradar”.

Mientras que la violencia psicológica “es cualquier acción que genere daño psicológico, como miedo, intimidación, aislamiento, culpa, humillación, amenazar, criticar constantemente y despreciar”.

Flores refirió que también “está la violencia económica que es cualquier manipulación a través del dinero”.

Debido a la cultura del maltrato, la víctima puede desorientarse, ya que los agresores suelen disculparse y prometer que no volverá a suceder, aunque recaen en el ciclo de violencia.

Apuntó que, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, tres de cada 10 adolescentes sufren violencia en el noviazgo. “Estas cifras subrayan la urgencia de concientizar sobre esta problemática en el ámbito del noviazgo adolescente”, finalizó.

Violencia en el noviazgo, la antesala al feminicidio

Eda Alcántara Pérez, del Colectivo Pactos Violeta, advirtió que la agudización de la violencia contra la mujer se focaliza especialmente entre las jóvenes, por ello considera que es de suma importancia que exista mayor compromiso por parte de quienes ostentan algún cargo para la difusión de información preventiva.

“Es sumamente importante que todas las personas funcionarias difundan información sobre los diferentes tipos y modalidades de violencia, tal como lo establece la ley de acceso a una vida libre de violencia para las mujeres”, dijo.

Añadió: “Es prioritario que se subraye que las violencias que enfrentan las mujeres, incluida la violencia en el noviazgo, son la antesala de feminicidios”.

En este sentido, destacó la dificultad para detectar situaciones de violencia, por lo que es fundamental proporcionar herramientas para identificar y salir de este ciclo de violencia. Entre estas herramientas se encuentran el “violentómetro”, la promoción de la tolerancia cero hacia cualquier forma de violencia, y la sensibilización sobre manifestaciones sutiles de abuso, como bromas despectivas o chantajes.

Alcántara Pérez subrayó que, en el caso de Joana, “literalmente no solo estaban atentando contra la vida y la libertad física, sino que su pareja también buscaba quitarle su derecho a la libre expresión, mediante la difusión de contenidos por medios digitales”.

 

En casos similares a los de Joana, subrayó “es importante brindar apoyo psicológico, ayudarla a identificar y detener la violencia, aunque es un fenómeno complejo por las dinámicas de poder y los estereotipos de género arraigados en la sociedad”.

Frenar la omisión es un primer paso

Adriana Mújica Murias, vocera de Género 33, resaltó la gravedad de la violencia en el noviazgo, según lo establecido en el artículo 19 bis de la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia: “es todo acto dirigido y a propósito, pues no es accidental, que causa una violencia física, psicológica, sexual, etcétera, contra la otra persona con el objeto de dañarla, dominarla o ejercer un poder”.

Enfatizó que esta violencia es un problema generalizado que afecta a mujeres de todas las edades y orientaciones sexuales, pues es un fenómeno “tan amplio como que en cualquier noviazgo; la verdad que sea si las personas son del mismo sexo o de sexos diferentes, o sea, de todas maneras, las mujeres en términos generales suelen experimentar ese tipo de violencias desde el noviazgo”.

Mújica señaló que la violencia en el noviazgo es una señal de alarma que no debe pasarse por alto: “Hay una bandera roja de alerta cuando hay cualquier tipo de violencia, porque regularmente este tipo de violencia en el noviazgo va a escalar, va a escalar a violencias más graves y va a escalar y va a hacerse perdurable en el tiempo aunque la relación llegue a un matrimonio”.

Subrayó la importancia de que las mujeres denuncien cualquier forma de violencia y de que las autoridades respondan adecuadamente: “el llamado a las autoridades es que hagan caso de cualquier denuncia de violencia que se esté dando y se le dé la atención requerida a las mujeres que denuncien. Porque no basta que esté en la ley, esta se debe cumplir”.