Día del Niño 2024

 

  • Casi el 70% de la niñez en el estado vive con algún tipo de carencia que pone en riesgo su salud, educación, seguridad o nutrición.
  • Casi la mitad de la niñez en el estado sufre algún método de disciplina violenta por parte de quienes deben cuidarlos
  • El 46% de la niñez no tiene seguridad alimentaria y sólo el 24% de los menores de dos años tienen esquema completo de vacunación

 

En Morelos habitan 502 mil 504 niñas y niños de cero a quince años; de ellos sólo poco menos de 48 mil 500 viven en plenitud de derechos sociales. El resto padecen vulnerabilidades que van desde las aparentemente menos lesivas, como la falta de acceso a la educación inicial, hasta las más trágicas, como violencia, desaparición y hasta la muerte.

Consultar los datos oficiales sobre el estado de la niñez, provenientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI; el Instituto Nacional de Salud Pública, INSP; el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social, Coneval; evidencia que ser parte de la niñez en Morelos apenas para algunos es la etapa de felicidad y juego perpetuo que favorece al desarrollo humano, afectivo e intelectual, según los expertos.

La niñez pobre de Morelos

En términos proporcionales, el problema que más afecta a la niñez morelense es la condición de pobreza que alcanza casi el 60% de la población infantil; poco más del 10% de la infancia morelense vive en situación de pobreza extrema, es decir, padece tres o más carencias sociales (rezago educativo, acceso a la salud, a la seguridad social, vivienda de calidad, servicios básicos, y alimentación).

Y aunque la proporción probablemente no ayude a dimensionar el problema, los números son apabullantes; alrededor de 351 mil 700 niños y niñas en Morelos padecen de carencias que limitan sus oportunidades para desarrollarse; la mayor parte de ellos, 251 mil 300, carecen de acceso a la salud; más de 271 mil no tienen seguridad alimentaria (es decir, comida sana, nutritiva y suficiente disponible); y casi cien mil no acuden a la escuela o no cursan el grado que deberían.

La condición de carencias se presenta desde la primera infancia, casi 20 mil menores de cinco años en Morelos viven en condiciones de pobreza extrema y 104 mil 600 en pobreza moderada.

Los cuidadores también son un problema

En Morelos, casi 231 mil 700 menores son víctimas del uso de métodos de disciplina violenta por parte de sus cuidadores, padres, abuelos, tutores o maestros, principalmente. Pellizcos, azotes, golpes en las manos, obligar al menor a comer algo, agresiones verbales y amenazas, intimidación, denigración, ridículo, humillación o manipulación para controlar su conducta, son una realidad cotidiana para más del 45% de la niñez morelense.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, del INEGI, la mayor incidencia de violencia contra la infancia es la agresión psicológica de parte de sus cuidadores, que han padecido en Morelos alrededor del 39% de las niñas y niños (casi 196 mil). 158 mil sufrieron castigos físicos y poco más de 29 mil padecieron de algún castigo físico severo.

En general, más de 231 mil 500 niñas y niños en Morelos padecen de métodos de disciplina física violenta por parte de sus cuidadores. Su dramática situación es mejor, sin embargo, que la del 8.4% de la niñez que sufre cuidados inadecuados, más de 42 mil niños y niñas. Casi 35 mil son dejados al cuidado de un menor de 10 años, y poco más de 20 mil menores de cinco años fueron dejados solos.

Marginados de la salud cuando más la necesitan

Los datos de cobertura en salud para las infancias resultan también preocupantes.

Más de 55 mil niñas y niños en Morelos no tienen acceso al agua potable en sus viviendas; 13 mil 500 tampoco tienen drenaje.

Apenas el 41.4% de la niñez de un año tiene su esquema de vacunación completo, y sólo el 24% de los menores de doce años cuentan con la aplicación de todos los biológicos necesarios a su edad. Parte de ello explica el que el 1.31% de los infantes muere antes de los cinco años.

La falta de seguridad alimentaria se refleja en datos como la baja talla que afecta al 14% de los menores de cinco años en el estado, y la identificación de problemas como la obesidad y el sobrepeso en el 4.4% de las niñas y niños en ese rango de edad.

A estas condiciones tendría que sumarse el que más de la mitad de los niños de Morelos no tienen acceso a servicios de salud.

Cuando la educación no está disponible

La normalidad social desde hace muchas décadas hace presumir que los niños están una buena parte de su tiempo en la escuela del nivel que les corresponde. Ahí adquieren la educación, habilidades y destrezas que les permitirán vivir en sociedad, acoplarse a su entorno y encontrar las herramientas para construir su felicidad. Sin embargo, en las primeras infancias, apenas el 4.1% de los menores de tres años acuden a planteles de educación inicial y sólo el 62% de las niñas y niños de entre tres y cinco años van a algún plantel de educación preescolar. En primaria y secundaria, el 19.7% de la infancia morelense padece algún grado de rezago educativo, y el 6 por ciento de los menores de entre 6 y 14 años no asisten a la escuela.

Los niños que trabajan

La última cifra del INEGI respecto al trabajo infantil en Morelos es de 2022 y fue dada a conocer en octubre del 2023. El 10.4 de los niños de 5 a 17 años tenían que trabajar (más de 52 mil); la mayor parte de ellos (más de 28 mil) en ocupaciones no permitidas, las que se realizan “en la producción de bienes y servicios destinados al mercado, o en ocupaciones de sectores económicos, lugares o actividades peligrosas”, como el comercio callejero, la minería, los jornales agrícolas, entre otras.

De los nuños que trabajan en Morelos, casi 19 mil no reciben remuneración alguna por su labor, mientras que 24 mil perciben ingresos equivalentes o menores al salario mínimo.