loader image

Hoy, 14 de febrero, es el Día del Amor y la Amistad. Desde el momento en que nos despertamos, nos vemos bombardeados por imágenes de parejas felices y preguntas como: ¿Qué le vas a regalar a tu novia o novio? ¿Ya tienes un plan para hoy con tu ser amado? Sin embargo, ¿qué pasa con la otra palabra importante en esta celebración, la “amistad”, y qué sucede con las diversas expresiones que engloban el amplio espectro del “amor”? ¿Por qué nos sentimos incompletos si no tenemos pareja?

En entrevista para La Jornada Morelos, Daniela Mazón, psicóloga egresada de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y actualmente miembro de la Asociación Mexicana de Psicología Hospitalaria, con experiencia en violencia de género, violencia hacia niños, niñas y adolescentes, y salud mental perinatal, nos ofrece una perspectiva esclarecedora sobre este tema. Mazón señala que ha observado un cambio en la percepción del Día del Amor y la Amistad, especialmente en ciertos sectores de la población con tintes feministas. Sin embargo, en la población en general, aún se le da mayor énfasis al amor romántico como el único aspecto celebrado el 14 de febrero.

Por otro lado, destaca que para quienes no tienen pareja en este día, ya sea por haber pasado recientemente por una ruptura o no, puede resultar complicado y pesado. Esto se debe en parte a la presión social para pasar el día con un “ser especial”, lo que puede generar sentimientos de angustia o tristeza, así como una sensación de fracaso que, según Mazón, es más una percepción que una realidad. Señaló también que la falta de reconocimiento de otras formas de amor, como el amor propio, el amor familiar o el amor entre amigos, contribuye a medir el éxito afectivo de una persona únicamente en función de si tiene pareja o no. Esto puede llevar a sentirse incompleto o inepto en las relaciones cuando no se está en una pareja.

Cuando se le pregunta si existe una relación entre la priorización del amor romántico en esta celebración y los estándares sociales de felicidad y éxito personal, Mazón responde afirmativamente. Destaca la importancia de considerar otros aspectos de la vida afectiva, como las relaciones con amigos, familiares u otras personas significativas, para evitar sentirnos insatisfechos. Si enfocamos la mirada en otros aspectos del amor en nuestra vida, “nos estamos demostrando que podemos querer y ser queridos”, afirmó.

En cuanto a cómo fomentar una celebración más inclusiva, Mazón sugiere empezar por reconocer que existen otras formas de vincularse afectivamente, más allá de las relaciones románticas. Y resalta la importancia de valorar y promover formas más creativas y complejas de conectar con los demás. “Creo que eso va a ayudar mucho a que también podamos ver y saber que somos muy capaces de vincularnos y de querer desde otras perspectivas y desde otros ámbitos. Incluso podemos fomentar formas más creativas y complejas de vincularnos los unos con los otros”, concluyó.

Por ello, el Día del Amor y la Amistad debería ser una celebración que abarque todas las formas de amor y afecto, no solo el romántico. Reconocer y valorar la diversidad de relaciones afectivas es fundamental para promover una celebración más inclusiva y satisfactoria para todos.