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El río de maestros sobre las calles del centro de Cuernavaca tardó más de una hora y media en su recorrido de El Calvario a Las Palmas: así de largo era el contingente, casi tan extenso como las quejas de los maestros que, codo a codo coreaban “¡Seguridad Social, Conquista Sindical!”. “no somos uno, no somos cien, subdelegado, cuéntanos bien”, “el Fovissste se enriquece, con tantos intereses”, “el pueblo ya lo dijo, y tiene la razón, primero lo primero, salud y educación”, entre otras consignas con que los más de veinte mil maestros exigieron al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), mejorar la atención médica y de prestaciones para los 35 mil agremiados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Morelos y sus familias.

Las quejas no son nueves, pero la marcha sí, a la fecha se agotaron ya todos los mecanismos de diálogo, todos los canales institucionales de petición, así que solo quedó a la dirigencia de la sección 19 convocar a la marcha como primera de las movilizaciones de resistencia civil para exigir a la institución de seguridad social mejorar su atención, esa que ha llegado a poner en riesgo la vida de maestros y que ha costado la vida a una decena de familiares de trabajadores.

Desde la salida en El Calvario, los vecinos del centro de Cuernavaca se pudieron enterar de los motivos de la marcha “la salud es primero, y el ISSSTE sin dinero”, “atención, atención, exigimos atención, y más medicamentos, radiología, tomógrafos, la reapertura del Hospital Carlos Calero”. Menos de dos cuadras de caminata, bastaban para que la gente se entere de los motivos de la marcha.

El contingente paró a espaldas de Palacio de Gobierno y a lo mejor hubo quienes pensaron que habría pronunciamientos ahí, dada la relación compleja entre el SNTE y la autoridad educativa y gubernamental en Morelos, pero hoy el objetivo no era ese. La parada sirvió para reagruparse y esperar a quienes apenas salían del punto de partida en El Calvario.

A lo lejos se escuchaban los gritos a coro “el maestro luchando también está enseñando”, que eran respondidos por quienes los esperaban “SNTE, SNTE, SNTE”, en una suerte de cortejo entre contingentes que luchan por lo mismo.

La marcha tuvo conciencia histórica “44 años después, contra el ISSSTE otra vez”, gritaban en recuerdo de las movilizaciones contra la institución médica en los ochenta por la muerte de una maestra, en lo que marcó el inicio de la lucha magisterial de Morelos. Y no pierde su foco ni después de una hora de caminata “ya vamos llegando y el ISSSTE está temblando”.

La llegada a la delegación del ISSSTE no fue sencilla. Pese a que la avenida Morelos Sur en donde se ubican las oficinas es bastante más amplia que la calle Galeana por la que llegó el magisterio, siguió siendo insuficiente para la cantidad de trabajadores concentrados en una de las más grandes movilizaciones de que se tenga memoria en Morelos. El contingente tuvo que extenderse hasta casi el final de la cuadra.

Frente a la delegación se colocó un templete para que el secretario general de la Sección 19, Joel Sánchez Vélez, y el representante del Comité Ejecutivo Nacional, Manuel Tzab Castro, se dirijan a los maestros que mientras llegan suman más quejas contra el ISSSTE, la lentitud en la construcción de la unidad médica de Xoxocotla, los créditos hipotecarios impagables, la pésima atención en la región Cuautla, pronta solución a los acuerdos presidenciales para la incorporación del personal de apoyo y asistencia a la educación, y demandas particulares de Ocuituco, Hueyapan, Yecapixtla, Puente de Ixtla, Zacatepec, casi cada municipio presentó sus quejas que eran muy parecidas.

Joel Sánchez Vélez informó a los maestros que se entregó el pliego petitorio al director médico nacional del ISSSTE, Ramiro López Elizalde, “quedamos de que en dos horas vamos a venir por una respuesta.

 

 

Una multitud de gente

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Foto: Cortesía