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Estrella Pedroza  

 
 

Ser madre y convertirse en blanco de violencia obstétrica, previo, durante y después del parto en Morelos es una constante, incluso ocupa uno de los primeros lugares a nivel nacional y, lamentablemente a la fecha, no hay autoridad o legislación que frene esa violencia y que permita hacer justicia. 

 
 A continuación, La Jornada Morelos ofrece un mosaico de casos de este tipo de violencia tanto en hospitales de Servicios de Salud Morelos (SSM) como de Hospitales Federales.

Ismael

 
“¿Qué haces embarazada y a punto de tener un bebé? ¿Qué hace una niña en un hospital?”, fue lo primero que expresó un médico de nombre Daniel mientras atendía a Damaris, una joven de 15 años, en la sala de cirugías el 30 de enero del 2021. 

Eso sería el inicio lo que se convirtió en una verdadera pesadilla para Damaris que determinó atenderse en el Hospital General de Temixco “María de la Luz Delgado Morales”, ubicado en el estado de Morelos. 

Los maltratos se agudizaron a lo largo de más de 13 horas que la hicieron esperar, la tuvieron de pie por casi seis horas, recibió burlas por parte de las enfermeras y presenció el maltrato por parte del personal hacia otras jóvenes madres. 

Daniel, incluso la responsabilizó de las posibles complicaciones del parto: “eres diabética gestacional, si le pasa algo a tu bebé, si se muere, será tu culpa” 

Alrededor de las 10 de la noche, cuando un pasante le hizo el tacto, se percató que el producto había defecado dentro del vientre de su madre.  

Y fue hasta ese momento que la ingresaron de emergencia. A las 10 con 18 minutos Ismael vio la luz por primera vez, Damaris apenas pudo verlo unos minutos, mentiras era trasladada a piso escuchó que el bebé no podía respirar.  

Ya que no se le trató adecuadamente, con limpieza a fondo y atención inmediata. Ismael murió.  

El caso de Damaris

El caso de Damaris se repite sin que, hasta ahora, las autoridades implementen medidas para evitar casos similares. 

Un caso más reciente que documentó La Jornada Morelos es el de Jocelyn, una joven de 24 años, víctima de violencia obstétrica en el Hospital IMSS-Bienestar de Temixco al ser obligada a dar a luz en parto natural y no por cesárea; poniendo en riesgo su salud y la del recién nacido.  

Jocelyn, durante la madrugada del domingo presentó contracciones y acudió al médico para dar a luz, pero se topó con una especialista que omitió sus antecedentes clínicos, puesto que ya había tenido un parto por cesárea.   

Ante esa negligencia, tanto la madre como el bebé se enfrentaron a un cuadro de salud crítico, por lo que su familia inició una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos.  

Morelos, se ubica entre los primeros lugares a nivel nacional con un 37.5 por ciento de los casos de violencia obstétrica del país, que está por encima de la media nacional, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) realizada en 2021

De acuerdo con colectivas feministas que acompañan partos violentados, este tipo de violencia se agudizó durante la pandemia y la situación se agrava en los municipios más alejados, por ejemplo, en la zona sur de Morelos. 

En agosto del 2020, una joven de 29 años dio a luz en el estacionamiento del Centro de Salud, en la cabecera de Tlaltizapán, donde le negaron la atención médica.  

La joven que accedió a dar su testimonio a esta reportera narró que llevó su control médico durante todo su embarazo en el Centro de Salud. 

El 10 de agosto fue su última consulta y su médica le indicó que su tercer parto -tiene ya dos varones- sería entre el 29 y 30 de agosto, pero tan solo cinco días después de la consulta, su cuerpo le indicó que ya era tiempo.  Desde las 7:00 PM iniciaron unos pequeños dolores en el vientre. Para la media noche el dolor era insoportable.  Por ello, solicitó a su pareja que la llevara a la Unidad Médica 

Tras una breve revisión por tacto le indicaron que su parto sería a las tres o cuatro de la mañana y regresaron a su casa en dos ocasiones.  

Y, a la tercera vez que quiso ingresar y ante la negativa del cuerpo médico, optó por quedarse en el estacionamiento y a la cerca de la 1:30 horas, se desvaneció. 

Ya sobre el piso, en cuestión de segundos, inició la labor del parto. Sus familiares corrieron a dar aviso al personal médico, pero no le creían. 

 
 

Violencia obstétrica que el gobierno pretende invisibilizar: CDHEM 

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), presidida Raúl Israel Hernández Cruz, del 2019 a 2022 ha iniciado seis quejas por violencia obstétrica de las cuales solo tres están en proceso de integración y tres están por resolverse por violencia obstétrica cometida previo, durante y posterior al trabajo de parto.  

 
 
 

Mientras que en contra del Hospital General de Cuernavaca “Dr. G Parres” acumula dos quejas, una ocurrida en mayo y otra más en noviembre, ambos casos en el 2022; en uno de los casos dejaron una gasa en su cuerpo después de un procedimiento de cesárea.  

 
Mientras que el Hospital General de Cuautla “Dr. Mauro Belaunzaran” va a la cabeza con tres quejas por violencia obstétrica en uno de esos casos una mujer embarazada ingresó al hospital y al no ser atendida de manera oportuna tuvo un abortó en el baño.  En otro caso a una mujer le fue negada la atención oportuna y dio a luz fuera del hospital.  

 

De acuerdo con la organización Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) no todos los casos de violencia obstétrica son denunciados por miedo, o por desconocimiento de que se trata de un delito; así que existe una lista negra de mujeres que al momento de convertirse en madre se convirtieron en blanco de este tipo de violencia.  

 
Hasta el momento, se han emitido tres recomendaciones dirigidas, pero en ninguno de los casos la Secretaría de Salud de Morelos y Servicios de Salud Morelos las han aceptado.  

 
 
 Legislar sin saber, vulnera los derechos de las mujeres

 
 Recientemente, las y los diputados de Morelos incluyeron la violencia obstétrica en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Morelos, para ello realizaron una adición a la fracción VI del artículo 20. 

En la adición se estipula que la violencia obstétrica es una violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres, incluyendo los derechos a la igualdad, a la no discriminación, a la información, a la integridad, a la salud y a la autonomía reproductiva. 

Sin embargo, consultamos algunos expertos en la materia (que para evitar represiones políticas solicitaron mantener su anonimato) advierten ciertos riesgos en ello.  

 
 “Hay problemas técnicos a los que te encuentras tanto de neologismo como de la práctica como tal. El primero de ellos es que lo están manejando como un asunto exclusivamente de violencia de género, del obstetra hacia la paciente, pero no necesariamente es así, especialmente en estos tiempos en donde ya tienes más enfermeras y doctoras que son las que hacen el procedimiento”, explicó el especialista.  

Agregó que “no está mediando un asunto de violencia de género, no es un sujeto activo que está aplicando su condición de fuerza sobre un sujeto pasivo que por su condición de mujer se le aplica, entonces es el primero que se descarta y muchas de las reformas las quieren hacer precisamente en las leyes de violencia hacia las mujeres. Entonces ahí hay un error”, explicó el especialista”. 

 
Desde su punto de vista y con su experiencia “La legislación correcta debería ser en la responsabilidad profesional de tipo penal en los profesionales de la salud y ahí sí, Ah, no importa si el género del del del profesional de la salud es hombre o mujer o  incluso que tenga otra identidad sexual, ahí se está ejerciendo un procedimiento que va más allá de lo que indica la guía de práctica clínica, más allá de la ética profesional y que sí está generando un acto que denigra, que lesiona, que le causan daño a la mujer parturienta”. 



Andrea Murcia Monsivais / cuartoscuro.com 

 

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