Procedente de Taiwán, está de visita en México y pronto en Morelos, el artista taiwanés Lee Kuei-Chi, de quien hemos tenido noticia de su trayectoria escultórica, en especial en construcción de enormes instalaciones con materiales orgánicos, en espacios abiertos, parques, museos, costas y sobre ríos y arroyos, que sorprenden no sólo por sus grandes dimensiones, sino por sus diseños, estructuras y realización técnica.
Él es miembro del grupo local Artes por todas partes de Morelos, junto con su pareja Lua Figueroa Zamilpa, con quien ha venido desarrollando en los últimos años, una serie de obras premiadas en varios países, y de las que acompañamos aquí con una foto.
En charla con él, nos ha puesto al tanto de algunos de los principios que han guiado la producción de sus obras, entre ellos se encuentran: el uso preferencial e intensivo, de materiales locales, propios de la región en que se ubicará la obra; el uso de materiales reciclables de preferencia orgánicos como el bambú y similares, cuyo tratamiento requiere destrezas y conocimientos específicos que hacen uso de saberes locales puestos al día en sus obras; la contratación en su caso, de jóvenes locales y su capacitación, para ampliar la base de productores artísticos regionales; gestionar el otorgamiento de materiales industriales de desecho, para ser reusados, contribuyendo a la economía circular.
Lee es una persona con amplia experiencia en trabajar gran variedad de materiales, también tiene experiencia docente -pero prefiere enseñar practicando, no en espacios cerrados escolares-, trabaja incansablemente, horas y horas sin parar, salvo por alimentos, y tiene una especial capacidad de concentración en lo que hace al momento. Lee es una persona sencilla, de sonrisa franca, le gusta conversar sobre sus principios de trabajo, sobre lo que como artistas podemos aportar para la sustentabilidad de nuestro mundo, y sobre el valor de lo efímero en el arte, en aras de recrear el paisaje y no llenarlo de objetos y materiales que pronto sean inútiles.
Este artista considera que, para realizar una obra en un paisaje dado, hay que dialogar con lo que ahí se encuentra, con sus materiales vivos y en proceso de descomposición, manipularlos, valorar lo que de ellos puede aún surgir, lo que “nos dicen” y nos pueden decir aún. Por eso pasa muchas horas merodeando por el rumbo, localizando materiales, ramas, troncos, varas, rocas, arenas, minerales, que la naturaleza va dejando por ahí, en espera de que alguien como él, los estudie, los considere útiles para sus obras, les dé un uso inimaginado hasta ahora.
Al hacerlo, en diálogo procura la integración del ser humano a su medio ambiente, y de lo que éste produce día a día, en las obras que él diseña a partir de su mutuo encuentro.
Se interesa también en aprender, en formar a otros en sus artes, y ha llegado a dirigir a varios grupos que han atendido obras de gran calado, a realizar en apenas unas cuantas semanas, a contrarreloj.
Entre los premios más recientes que ha recibido, se encuentra la obra “El ocaso”, merecedor del premio de plata, en el campo del diseño de musas, diseño de iluminación – Arte (iluminación interior y exterior). También otra de sus obras, titulada “Luz a escala” ganó el premio de plata del mismo concurso de arte-iluminación. Recibió, además, el “Premio platino de profesionales”, en este mismo año. Nos congratula saludar su presencia en nuestro país e invitar a nuestros lectores/as a visitar su página web en: leekuiechih.com, gozarán al hacerlo.
Imagen cortesía del autor