Pues el tema obligado, se vuelve la repentina solicitud de urgencia del Gobernador Blanco Bravo al Congreso del Estado para separarse del cargo por 60 días en virtud de buscar una posición plurinominal en el Congreso Federal el día de ayer.
El Congreso de Morelos deberá decidir antes del 4 de abril si acepta la licencia de Cuauhtémoc Blanco para separarse del cargo de Gobernador y competir por una Diputación Federal al Congreso de la Unión.
Y es que se podría considerar parcial o que favorecieron el dictamen en la sala superior, del Tribunal Electoral de la Federación, pues se notifica 48 horas después de la sesión donde se manifestó que debería renunciar de manera inmediata, pues venció el plazo 61 días antes del proceso electoral, es decir aun así estaría violando la Ley, pues se consideran 90 días de separación del cargo, al superar este plazo establecido, legalmente se debió cancelar su registro pues había superado 20 días para que se hubiera separado para buscar la postulación a la Diputación Federal, en donde se establece que como Gobernador si puede ser postulado, sin embargo, al ser de la misma demarcación donde es jefe de las fuerzas de seguridad pública y en donde se desarrollará la elección, está obligado a la separación del cargo, y con este tiempo que omitieron le dieron la posibilidad de presentar licencia por 60 días garantizando con ello (como está establecido en la Constitución del estado) que quede el secretario de gobierno y tener así, la posibilidad de regresar al cargo de gobernador nuevamente el 3 de junio, tal y como lo estableció en el oficio de solicitud “urgente”.
Desde el particular punto de vista de un servidor, es imperdonable el cinismo, la desfachatez, la poca vergüenza con la que este personaje oscuro y gris de la política morelense se quiere seguir burlando de los ciudadanos, de las familias, de los morelenses que todos los días salimos a trabajar buscando el sustento familiar sin encontrar por ningún lado, el Morelos qué nos prometió y mucho menos el Morelos anfitrión del mundo.
Cada quien se formará su criterio, cada quien está en la libertad de expresar su opinión, pero hoy es cuando decíamos que el Congreso del Estado de Morelos, de cara a su propia responsabilidad legislativa, histórica y de compromiso con el pueblo de Morelos, tiene que analizar no sólo la propuesta en sí misma ni el derecho de Cuauhtémoc Blanco a ser votado, sino tiene que analizar el trabajo y el desarrollo del Estado, el cumplimiento a las promesas de campaña de Cuauhtémoc Blanco a los morelenses y en ese sentido, tiene que responderle al pueblo de Morelos a quienes votaron por ellos para ser sus representantes populares y llevar a la tribuna más alta del estado, sus inquietudes, sus deseos, sus anhelos y su esperanza de vivir al menos en un Morelos de paz y tranquilidad.
Ayer dábamos cuenta que el PAN, el PRI, el PRD y RSP, pidieron a legisladores locales no autorizar la licencia al Gobernador Cuauhtémoc Blanco y me parece que dicha petición no es sólo un juego político en plena carrera electoral por la primera magistratura del Estado, sino un reclamo generalizado de la población en Morelos es evidente el rechazo de más del 85% de la población en la entidad.
A este reclamo, se le suman las familias que han sentido de cerca el terror de perder a un familiar a manos de la situación de inseguridad pública que priva en el Estado de Morelos, a esta petición se le suman también los reclamos de los empresarios que han tenido que cerrar sus negocios por ejemplo más de 5000 negocios traducido en 15,000 familias en Cuautla han perdido su trabajo y la posibilidad de desarrollo gracias a la estrategia fallida de Seguridad Publica del Gobernador Blanco y su ignorancia para gobernar, se le suman también los familiares de las miles de mujeres asesinadas en lo que va del sexenio en Morelos, las víctimas de asaltos, extorsiones, secuestros, robos, despojos, corrupción, impunidad , desempleo, inestabilidad económica y nulo crecimiento por citar algunas de las realidades que hoy vivimos en MORELOS.
Habría que analizar cuáles serían las consecuencias no sólo jurídicas sino políticas de otorgarle o no la licencia al gobernador Blanco Bravo, un lado otorgarle la licencia significa entregarle la posibilidad de obtener protección Federal de manera legítima y por otro lado no otorgarle la licencia significa el comienzo moral de la rendición de cuentas en Morelos.
Me parece que lo más importante sería exigirle al Gobernador Blanco que termine su encargo y que se atenga a las consecuencias sociales jurídicas y de señalamientos por el trabajo realizado como Gobernador Constitucional del Estado de Morelos. El pueblo de Morelos tendría que exigir al Congreso del Estado de manera definitiva la no autorización de la licencia correspondiente.
En cualquier empresa a los empleados “chafas” no les das vacaciones antes de terminar su trabajo y hay que recordar que el primer mandatario del Estado es el primer empleado de Morelos y de sus pobladores, y en este sentido yo empezaría explicando que el nombre de mandatario deriva del contrato de mandato en el que existen dos figuras, el mandante que es quien da instrucción, quien ordena y el mandatario que es quien recibe las instrucciones.
El Gobernador Cuauhtémoc Blanco no busca ser legislador ni mucho menos volverse tribuno en el Congreso de la Unión, busca impunidad, busca protección federal, busca Fuero Constitucional, ese que en el pasado pisoteó, ignoró, olvidó y no le importó respetar persiguiendo políticamente a sus adversarios.
*Padre de familia, político y soñador en busca siempre de un mejor Morelos para todos.