Considerada una de las fiestas más importantes del estado, la Feria del Tercer Viernes de Cuaresma en Tepalcingo, en su edición 2024, ha sido testigo nuevamente de una notable afluencia de fieles. Visitantes, ya sea en bicicleta, a pie o en caravanas de camiones, acudieron en masa durante este fin de semana para venerar al «Cristo aparecido».
Este evento anual, dedicado a Jesús Nazareno, atrae a miles de personas de diversos estados, incluyendo Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Estado de México, Veracruz y otros municipios de Morelos. La devoción trasciende el tiempo de viaje, ya que los peregrinos se congregan para rendir homenaje a una imagen venerada por más de 300 años.
La algarabía de los devotos
La expectación era palpable kilómetros antes de llegar a Tepalcingo, con la carretera adornada por camiones engalanados con cintas de colores y lonas que anunciaban la llegada de diversas caravanas. Familias enteras, manifestando su fe y a pesar del cansancio, compartían cantos y sonrisas, reafirmando la perdurable tradición de devoción que caracteriza a muchas regiones de México, incluido Morelos.
La feria ofrece una amplia variedad de puestos artesanales, alimentos, ropa, alfarería, dulces y juegos, recibiendo a los visitantes que se dirigen a la venerada imagen. En su honor, no faltan las serenatas ni las danzas de tecuanes y chinelos, demostraciones culturales que enriquecen aún más la festividad.
Una tradición centenaria
Desde el siglo XVII, la Feria del Tercer Viernes de Cuaresma de Tepalcingo ha sido reconocida como la segunda más grande del país, gracias a la profunda devoción hacia el «Cristo Aparecido». Esta imagen es considerada milagrosa por numerosos fieles de la religión católica a lo largo de México.
La leyenda de Jesús Nazareno
Se cuenta que la imagen de Jesús Nazareno fue descubierta por unos niños indígenas en una barranca del barrio de San Martín, cerca del año 1620, mientras jugaban. Desde entonces, su historia ha estado ligada a numerosos relatos de fe y milagros.
Un testimonio de gratitud
Este año, la familia García, originaria de la Ciudad de México, decidió participar en la feria ofreciendo comida y agua sin costo a los peregrinos. Motivados por la notable recuperación de salud de su abuela, tras mudarse a Tepalcingo hace un año, acudieron en señal de agradecimiento y esperanza.