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El cine artesanal de Michel Gondry (Segunda parte)

 

No es muy conocido el hecho de que Michel Gondry fue uno de los pioneros en la utilización de la técnica «bullet time», utilizada posteriormente en The Matrix y luego copiada hasta el hartazgo en un sinfin de películas, caricaturas, series de televisión, etc. Esta técnica se puede observar por primera vez en el video Like a Rolling Stone en la versión que la banda británica Rolling Stones hizo del tema de Bob Dylan y también en un comercial de 1998 que Gondry dirigió para la marca de vodka Smirnoff.

Mucho se ha hablado sobre cómo desde su trabajo como director de videos musicales, Gondry había desarrollado un estilo inconfundible, sin embargo, también es importante profundizar en su otra faceta dirigiendo anuncios para marcas comerciales, y es que su cine, aunque tiene un sello autoral, también tiende a mercantilizar la imagen siempre desde una estética comercial. En su obra esta tensión se balancea precisamente entre el polo del cine de autor independiente y un cine accesible y visualmente deslumbrante.

Su película más comercial —y, para muchos, su gran tropiezo— es la nueva versión de The Green Hornet (2011), que no fue bien recibida por la crítica y el público, quizá porque el director vio coartada su libertad creativa y dejó que el tono de la película se convirtiera en una comedia de Seth Green, su protagonista. Al respecto, el propio Gondry dijo en alguna entrevista: “A veces es mejor tener menos dinero y más libertad”. Su siguiente proyecto no tuvo relevancia comercial pero implicó la vuelta a sus orígenes independientes, con una historia sencilla en producción pero compleja en trama: The We and the I, que retrata el regreso a casa de un grupo de jóvenes preparatorianos recién graduados, cuya despedida sucede en el autobús en el que viajarán juntos por última vez.

A sus cincuenta años, Michel Gondry recuperó su estatus de director de culto y atrajo a un público más amplio al retomar el estilo que lo hizo famoso: Mood Indigo, una cinta protagonizada por Audrey Tautou y Romain Duris —basada en la novela La espuma de los días de Boris Vian— retrata la vida de una pareja que parece ser perfecta, hasta que una extraña enfermedad de la esposa complica las cosas de manera trágica. La película está impecablemente filmada y construida de un modo tan artesanal e íntimo que uno no puede sino sumergirse en una trama que comienza con tonos vibrantes y cursis, y termina en dramáticos grises.

En 2015 Michel Gondry lanzó Microbe And Gasoil, una cinta escrita y dirigida por él en la que dos adolescentes deciden construir un vehículo para escapar de un entorno hostil, aunque sea por un tiempo. Se trata de un filme en el que es evidente la continuación de su estilo particular, una manera de hacer cine a la cual es fiel y constante, una forma artesanal que dota a las películas de un aura mágica y enternecedora, nostálgica y única. Según el propio Gondry, con este filme buscó recuperar las producciones pequeñas, un esfuerzo de menor escala después de la problemática producción de Mood Indigo. Este último también sirvió de inspiración para El libro de las soluciones de 2023.

En 2015 se estrenó su largometraje Microbe & Gasoline, un esfuerzo de menor escala después de la problemática producción de Mood Indigo. Este último hecho también sirvió de inspiración para The Book of Solutions de 2023.

La película cuenta la historia de Marc, un director que lleva a su equipo de filmación para filmar en el pequeño pueblo de las Cevenas. Allí, redescubre su creatividad y fabrica tantas ideas que decide escribir el Libro de las Soluciones, un libro lleno de consejos. El filme es una comedia dramática mediana, sin muchas pretensiones, salvo la de exorcizar probablemente traumas que vivió en una producción tan grande y errática como Mood Indigo. Desde entonces, Gondry se ha concentrado en películas pequeñas y sencillas.