Justicia y adolescencia
Erika Sobeyda Juárez Portillo*
¿Sabía que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por sus siglas en inglés), recomienda la prohibición mundial de los teléfonos inteligentes en las aulas? Pero no sólo es porque se distraigan, sino que abre la puerta a un mundo virtual, que, sin regulación, puede ser peligroso para nuestras niñas, niños y adolescente (NNyA).
En los últimos años las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) se han convertido en una herramienta importante en la vida cotidiana de las personas, dando paso a que haya escalado en su entorno, y con ello, que se enfrenten a una serie de retos en su desarrollo social, intrapersonal, cognitivo, físico y psicológico; lo que significa un desafío importante en el desarrollo de sus capacidades.
Por ejemplo, su uso ocasiona que las NNyA entren en un círculo de “recompensa” a través de la producción de hormonas, como la dopamina, que les genera sentimientos de fascinación y felicidad en el momento del uso de estos dispositivos.
En cuanto al ámbito escolar, no es mentira que el rendimiento académico baja considerablemente desde que las escuelas y padres permiten el uso de tecnologías, lo que puede traer una crisis en la enseñanza.
Otro punto importante que tocar es la exposición no regularizada del uso de internet, exponiéndolos a contenidos como la pornografía, o a delitos como la extorsión, o algo más común, a información no verídica, las famosas “fake news”, o a que tengan acceso a información no apta para su edad.
Del mismo modo, son propensos a realizar actividades o retos en redes sociales, que pueden atentar contra su salud o seguridad, como el “Momo”, “la ballena azul”, “desafío de las 48 horas”, por nombrar algunos.
Esto genera un concepto de autoestima erróneo que parte de la aceptación otorgada mediante redes sociales, a través de “likes”, “veis” y la “viralidad”, y que atenta directamente con la privacidad a la cual tienen derecho los NNyA.
Un ejemplo son redes sociales como Tik Tok que propician la vulnerabilidad, debido a que cualquier persona, en especial adultos, puedan tener acceso a su información.
Todo esto también puede conllevar al ciberbullyng, que entre sus consecuencias están los trastornos alimenticios, ansiedad y depresión; y que de no ser tratadas con la seriedad que requieren, pueden llevar al suicidio.
Ahora, bajo todo este contexto, la UNESCO afirmó que los beneficios que aportan las TICs, desaparecen cuando se utilizan en exceso o sin la orientación de un profesor.
“Algunos estudios con datos de evaluaciones internacionales a gran escala como PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), muestran que la adicción a los teléfonos se asocia generalmente a un menor rendimiento académico”, así lo señala el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO.
Las NNyA aprenden de interacciones humanas, no en su interacción con pantallas, por ello debemos orientarlos a realizar actividades didácticas y de autodescubrimiento que ayuden a desarrollar la atención, la planificación y la memoria de trabajo, para dotarlos de virtudes, que permitan el uso de las tecnologías de forma responsable.
Pienso que a los padres, madres o tutores se les deben de impartir platicas que estén enfocadas en brindarles herramientas para que no se pierda la comunicación en la familia; así como abrir un espacio para que las NNyA estén enterados de los riesgos a los que están expuestos cuando no hacen un uso responsable de las TICs.
Como conclusión, es evidente que el uso de tecnologías de manera no responsable atrae consecuencias dañinas para la salud mental, emocional y física en la adolescencia e infancia.
Para lograr el uso consiente, no solo debe centrarse en la prohibición de las mismas, se trata de que tanto las dos instituciones que educan, como lo es la familia y la escuela, deben trabajar de la mano para ayudar a que las NNyA, vivan estas etapas de la manera más sana posible, pues, la mejor preparación para el mundo virtual es la conexión con el mundo real.}
*Jueza de control y enjuiciamiento especializada en adolescentes del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes del Estado de Morelos.
