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MISOGINIA: UN POSIBLE ORIGEN MÍTICO

 

En el contexto del ya próximo Día Internacional de la Mujer, presento una reflexión sobre el posible origen de la misoginia a partir de tres mitos fundacionales de la creación de la primera mujer. Aprovecho la oportunidad para dar todo mi reconocimiento y respeto a la mujer, madre, hermana, compañera y amiga.

“Misoginia”, proviene de la palabra griega μισογυνία, que significa: Aversión a las mujeres. El vocablo tiene también raíces sajonas, proviene del inglés “misandry”. En el diccionario francés aparece como “misandrie”. La misoginia actualmente es un concepto social que se usa para designar las acciones y actitudes de odio o desprecio al género femenino.

Carlos G. Jung sostiene que muchos de nuestros arquetipos tienen origen en un complejo simbólico que surge a partir de los “mitos”, en especial de los fundacionales. Blanca Solares afirma que el mito se constituye en una matriz de actitudes y comportamientos.

De aquí que, a partir de los mitos se construyen los arquetipos, que determinan conductas sociales e individuales desde el inconsciente colectivo, sin pasar por el filtro de la razón, de manera casi impulsiva.

Desde esta perspectiva recurro al mito fundacional de la creación de la primera mujer, Eva en el pensamiento judeo cristiano; Pandora en la cultura griega y Lilith en la mesopotámica, para intentar una explicación al fenómeno de la misoginia presente en la historia desde sus orígenes.

PANDORA. Se narra que Prometeo, desobedeció al dios del trueno y entregó el fuego a los hombres, cosa que enfureció a Zeus. En su enojo ordenó la creación de la primera mujer, como un castigo a la raza humana. Así Hermes diseñó a la mujer con una figura perfecta a semejanza de los dioses.

Todos los dioses le dieron una cualidad como regalo a la nueva creación. Mercurio le regaló el ingenio; Afrodita la gracia y la sensualidad; Hermes la seducción. El mismo Zeus le regaló una caja con la instrucción de no abrirla.

El dios del trueno se la ofreció en matrimonio a Epitmeo (el que razona lento). Epitmeo, estaba ya advertido por Prometeo (su hermano) de no aceptar ningún regalo del dios, pues le estaría tendiendo una trampa. Pero Epitmeo no pudo resistir la seducción de Pandora.

Pandora llevada por la curiosidad un día abrió la vasija. Al abrirla, escaparon todos los males que hoy aquejan a la humanidad: las enfermedades, las guerras, el dolor, el odio, la ambición, el hambre, la violencia, etcétera.

EVA. En el libro del “Génesis”, se narra que el Creador, después de hacer al hombre a su imagen y semejanza, vio que estaba solo, y decidió darle una compañera, e hizo a la mujer. Esta primera pareja vivió en un edén, sin embargo, Dios, puso una condición: “no comerán los frutos del árbol prohibido”

Eva, llevada por la curiosidad, desobedeció el mandato divino, comió del árbol prohibido y lo compartió con Adán, su pareja. Ante esto, el Creador decidió castigarla, y con ella, a toda su descendencia. El castigo para Eva fue el dar a luz a tus hijos con dolor mientras que a Adán lo condenó a trabajar para comer, así como a la mortalidad para ellos y su descendencia.

LILITH. El mito mesopotámico dice que Lilith fue la mujer de Adán, a quien abandonó, pues se negó a tener sexo con él en una posición de sumisión. Lilith huyó y se instaló cerca del mar Rojo donde fue la amante de Samael  (Satanás).

Dios envió a sus ángeles para regresar a Lilith a lado de Adán, pero ésta se negó aun sabiendo que, si no lo hacía, recibiría fuertes castigos, entre ellos “la muerte de 100 de sus hijos cada día”.

De acuerdo las tres narraciones mitológicas, estas primeras mujeres debido a su desobediencia son las causantes de la muerte, del trabajo, del dolor, la maldad, así como de todos los males que aquejan a la humanidad.

Mucho se puede analizar en torno a estos tres mitos fundacionales, en el contexto de la generación de un posible arquetipo misógino. Sin aceptar ni tampoco descartar que estos tres mitos fundacionales puedan ser los generadores de un patrón misógino dejo aquí esta hipótesis para su reflexión, análisis y mayor argumentación.

Lo que no se puede negar es que el fenómeno de la misoginia existe desde los inicios de la humanidad y que se encuentra generalizado con diferentes grados en todo el orbe, entre todos los estratos sociales, culturas y religiones.

En una siguiente entrega, incursionaré sobre la evolución histórica de esta patología social conocida como misoginia, su estado actual y sobre algunas propuestas para su erradicación, así como sobre la necesidad para la supervivencia histórica de un empoderamiento de lo femenino.