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Esta vez quisiera convencerles de comprar para sí unos cuentos o novelas infantiles. Advierto motivos sobrados para hacerlo: para la niña(o) que cada quien lleva dentro, para leerlos, disfrutarlos, y saber qué se escribe actualmente para infantes; para leer a familiares y por supuesto, para regalarles los cuentos y novelas adquiridos. Cada uno de esos motivos, me parece suficiente, y ahora pruebo a argumentales a partir de tres libros que me acabo de regalar.

El primero es El Secreto de Lena, de Michael Ende, un escritor joven muerto a los 26 años, en 1955, quien escribía según él, “para niños entre 80 y 8 años de edad”. Y de verdad lo logró, pues fue multipremiado, sus cuentos se han traducido a decenas de lenguas, y nos maravilla con sus cuentos. Lena es una niña berrinchuda, quien llevaba la contra a sus padres, tanto que decide mágicamente hacerlos pequeñitos y …asumir las consecuencias. En su curso acaba por arrepentirse –crecer—, y darse la oportunidad de reflexionar sobre formas alternativas, no berrinchudas, de relacionarse con ellos. El cuento es gracioso, ingenioso, y lo recomiendan para mayores de 7 años. Yo me atrevo a recomendarlo aún para menores. Lo ilustra Jindra Capek.

El segundo es la novelita Silena y la caja de secretos, de María Baranda, prestigiada narradora y poeta mexicana, quien ha recibido varios premios de literatura infantil. Se trata de una niña que quiere tener un secreto –¿verdad que todos lo quisimos? –, para lo cual recibe el apoyo de su abuela. La trama gira alrededor de la desaparición del mono Valerio, resultante de un robo, que llega a las manos de Silena y su amigo. La identidad de Silena va surgiendo de sus nuevas necesidades, diferenciadas de las de sus padres y de su incómoda y metiche hermanita, y con la complicidad de la abuela. La ilustró Gabriela Podestá.

La tercera lectura que les recomiendo es Cuentos justos para tiempos injustos, de Jaime Alfonso Sandoval, narrador mexicano, también ganador de varios premios por sus cuentos infantiles. Esta novela de hadas y brujas para mayores de 12 años está aderezada con ingenioso humor, y desarrolla una trama truculenta de encantos y desencantos, que van a parar a un juez, responsable de restituir la justicia tanto a mundanos como a seres mágicos. Ha sido una delicia meterme en sus páginas, en que se tratan problemas sociales contemporáneos -violencia, sobornos, cobro de piso, corrupción, estafas, engaños-, de una manera tal que la monstruosidad de la vida humana es trasladada a un ambiente mágico, con seres enternecedores y cómicos en sus triquiñuelas e ingenuidades.

Las metáforas que dan cuenta del crecimiento infantil y de adolescentes, desarrolladas en la literatura infantil clásica, de siglos pasados, son recreadas en estas últimas dos novelas, de modo original, sorprendente, y acompañadas en la de Sandoval, las ilustraciones de Isidro Esquivel, fantásticas, nos colocan ciertamente en otro mundo, mágico y presente, en el que aún es posible la justicia, desenmascarando a tramposos, violentos, fraudulentos. Infantes y adolescentes, ojalá sus lectores, seguramente gozarán estas obras producidas por la editorial SM (serie El barco de Vapor), con larga vida responsable de llevar valiosas obras a infantes y jóvenes, a la vez que reconoce premiando a escritores e ilustradores(as) de este género.