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Con motivo del Día Mundial del Agua, la Unión de Pueblos y Comunidades en Defensa del Bosque de Agua llevó a cabo este viernes un bloqueo en la carretera federal Lagunas de Zempoala-Santa Martha para continuar con la visibilización de la problemática que existe en esta área natural ante la tala clandestina indiscriminada.

Al lugar también arribaron ciudadanos de Morelos, Estado de México y Ciudad de México, así como comuneros, ejidatarios, autoridades agrarias, civiles, tradicionales e infancias, quienes señalaron que el gobierno federal no ha resuelto su pliego petitorio emitido el cinco de junio de 2023, así como las múltiples denuncias que le anteceden ante la actual y creciente catástrofe ambiental en esta zona boscosa.

Por quinta ocasión, refirieron, exigen detener de manera eficiente, urgente y expedita la “cadena criminal, ilegal, extractivista, corrupta e irracional respecto a la tala ilegal” que sigue en aumento, pues se cortan hasta 300 árboles al día.

Adicionalmente, el desmantelamiento de todos los aserraderos clandestinos y vigilancia frecuente para evitar que los vuelvan a instalar.

Piden también aplicar sanciones severas a los propietarios de los aserraderos clandestinos y el establecimiento de al menos cinco filtros permanentes de revisión al transporte de carga, a nivel de carretera en igual número de puntos estratégicos de los bosques comunales del Parque Nacional con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Por último, urgieron a la ejecución a la brevedad de las órdenes de aprehensión pendientes contra presuntos responsables del delito de tala clandestina, así como sancionar o destituir a los funcionarios que no desempeñen sus obligaciones y atribuciones; y sustituirlos en su caso por personal ética, técnica y legalmente responsable.

El Bosque de Agua es una de las zonas boscosas con mayor diversidad en flora y fauna del país que se extiende desde el Tepozteco, la Sierra del Chichinautzin y las Lagunas de Zempoala; hasta el Ajusco, el Desierto de los Leones y la Sierra de las Cruces.

Estas 235 mil hectáreas de árboles y pastizales, están amenazadas por Cuernavaca, Ciudad de México y Toluca. El desabasto del vital líquido es cada día más escaso porque la lluvia que cae en esta área natural se infiltra a los mantos freáticos y posteriormente al acuífero del que se extrae el 70 por ciento del consumo cotidiano de la gente, pero sin árboles será cada día peor, por lo que los manifestantes urgieron a las autoridades a tomar cartas en el asunto.