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En Cuernavaca, una de las ciudades con problemas más sonoros respecto a la disponibilidad del líquido, el alcalde, José Luis Urióstegui, se sumó al llamado de corresponsabilidad entre las autoridades y la sociedad para cuidar el vital líquido, promoviendo entre la población la sensibilidad sobre la cultura del agua y desde el gobierno tomar hoy las mejores decisiones que favorezcan a las próximas generaciones en la medida de lo que les corresponda, al estar todavía a tiempo de prolongar un poco la decisión de consumir toda el agua que se tiene en un instante o suministrarla de manera adecuada y consciente para que sirva por más tiempo.

En una sesión de cabildo abierto en Santa María Ahuacatitlán, la regidora Wendi Salinas Ruiz puntualizó que si bien han estado trabajando administrativamente para que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) brinde un servicio de calidad, es fundamental que todos hagan el compromiso de cuidar el agua potable, reconociendo el impacto que las acciones individuales y colectivas tienen en la disponibilidad del agua en el municipio.

Precisó que la crisis hídrica que se está viviendo a nivel mundial deriva de las malas prácticas, del cambio climático, la contaminación y el mal uso que se le da al recurso hídrico que está poniendo en peligro la salud de los ecosistemas y la viabilidad de las comunidades, por lo cual consideró necesario que el municipio realice y promueva prácticas sostenibles a través de distintas acciones que involucren a la sociedad, recordando que el agua no es solo un recurso, sino un derecho humano fundamental para garantizar la paz y un símbolo de esperanza y vida para la madre tierra.