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La Semana Santa en Tetela del Volcán se caracteriza por la representación de los sayones, si bien en casi todo el país la caracterización de esta milicia romana de la época en que murió Cristo trata de ser fiel a la historia, en el pueblo ubicado a las faldas del volcán Popocatépetl, se personifican con gran colorido, máscaras y tocados cuyo colorido se extiende a las personificaciones de reyes y judas.

La tradición de los sayones data de la etapa de evangelización

Una de las piezas características del atuendo es el sombrero, que se fabrica con papel china picado, aunque supone la representación del casco romano, su caprichosa forma suele requerir entre cien y mil 800 pliegos de papel para cubrirlo.

La máscara de los sayones de Tetela está hecha de piel de res; además, llevan un peto que alude al pectoral del soldado, la capa y la enagüilla que representa a la falda del soldado romano, y en las manos llevan un machete que representa la lanza y armadura que estos usaban. Antiguamente usaban huaraches que con el tiempo cambiaron por botas vaqueras y medias, asimilando la piel.

Las representaciones comienzan desde el amanecer del miércoles previo al inicio de la Semana Mayor. Durante el transcurso del día y madrugada participan en las celebraciones relacionadas con los días santos.

El viernes Santo

El viernes Santo, en el marco del Viacrucis, junto con la procesión de la virgen María y San Juan, salen dos contingentes, uno de pobladores vestidos de civiles y otro de Sayones acompañando la imagen del Cristo; estos grupos se encuentran en la calle principal del municipio y juntos suben a la Iglesia de San Juan Bautista, donde se realiza la horca de Judas.

Por la tarde, se realiza el sermón de las cuatro palabras, que dura aproximadamente tres horas, y por la noche, pobladores y Sayones realizan la procesión del silencio por todos los barrios, la cual concluye a las siete de la mañana, momento cuando las familias van al río a tener un espacio de esparcimiento en el sábado de Gloria.

Posteriormente, se llevan a cabo ceremonias conocidas como “Los dolores de María” en la capilla de San Bartolo, y “La bendición del Fuego nuevo”, en la cual se apagan todas las luces y la gente camina en una procesión desde la capilla de Xochicalco hasta la iglesia de San Juan Bautista.

Durante el domingo de resurrección, los Sayones realizan otra procesión para acompañar al Cristo resucitado y la virgen María; ese día portan veladoras y flores en honor al Santo Entierro, ya que es la imagen más venerada por los varones de Tetela del Volcán, a quien honran con la elaboración de sus trajes y sombreros.

Finalmente, los Sayones realizan una de las partes más llamativas de la tradición que es la quema de sombreros, en la que las personas lanzan cerillos encendidos a los sombreros que se consumen en llamas, como significado de la culminación de la Semana Mayor.