loader image

Davo Valdés de la Campa

La Palma de Oro, otorgado en sesenta y ocho ocasiones por el Festival de Cine de Cannes, en sus 68 años de existencia, hasta 2021, sólo había sido otorgado a una directora de cine: la neozelandesa Jane Campion por su filme The Piano (premio ex aequo, compartido con Chen Kaige por Adiós a mi concubina). Tuvieron que pasar 28 años para que Julia Ducournau con su película Titane se convirtiera en la segunda mujer en recibir dicho galardón, uno de los más prestigiosos del ámbito cinematográfico, que sin duda ha ignorado la obra de muchas cineastas de todo el mundo como Agnes Varda, Céline Sciamma, Kathryn Bigelow, Claire Denis, Lynne Ramsay, Haifaa Al-Mansour, Kelly Reichardt, Ildikó Enyedi, Agnieszka Holland, Andrea Arnold, Lucrecia Martel, entre muchas otras.

 

The Piano se estrenó el 15 de mayo de 1993 en el Festival de Cannes, donde Holly Hunter recibió el premio a la mejor interpretación femenina y la película obtuvo como ya mencioné la Palma de Oro. Fue escrita y dirigida por Jane Campion, y protagonizada por un reparto coral que incluyó a Holly Hunter, Harvey Keitel, Sam Neill y el debut de Anna Paquin.

La película, para la 66ª entrega de los Premios Oscar, contaba con ocho candidaturas, de las cuales finalmente ganó tres: mejor actriz, mejor actriz de reparto para Ana Paquin y mejor guion original. Sobre el papel de Paquin se cuenta que acudió a la audición de la película para no tener que ir a clase ese día y acompañar a su hermana, que era la que inicialmente se presentaba para el papel de Flora. Finalmente fue elegida entre más de mil niñas actrices. El Óscar a la mejor actriz de reparto lo obtuvo con tan solo once años, lo que la convirtió en la segunda ganadora de un Óscar más joven de la historia, solo por detrás de Tatum O’Neal. La aceptación del premio fue una de las más singulares de los Óscar ya que cuando Anna subió al escenario a recoger su estatuilla se quedó más de 20 segundos sin decir nada y riéndose, haciendo que todo el teatro Kodak se riera con ella.

The Piano cuenta la historia de una mujer escocesa, Ada McGrath (Holly Hunter), cuyo padre la vende en matrimonio a un hombre, Alistair Stewart (Sam Neill), y la envía junto con su hija Flora (Anna Paquin) y su piano (su posesión más preciada, su medio de expresión) a vivir con él a Nueva Zelanda a una comunidad compuesta por nativos maoríes y colonizadores ingleses. Ada no ha dicho una palabra desde que era niña, por razones que ella misma desconoce, sustituyendo su voz por la música del piano. Su nuevo marido obliga a Ada a abandonar el piano en la playa, y luego él mismo lo intercambia por una porción de tierra de George Baines (Harvey Keitel), vecino de Stewart, quien al principio le pide a Ada que le dé clases de piano, para después hacer un trato consistente en que ella podrá tocar el piano mientras que él la toca a ella.

The Piano es una película que desarma el cliché del rol de la mujer en la sociedad victoriana. La protagonista no sucumbe al amor, ni a la locura, ni se conforma con representar el papel que se espera de ella. La película a través del silencio y la música explora temas como el deseo y la liberación.

El silencio, que en un inicio parece autoimpuesto, en la narrativa de la película puede fungir un rol de opresión en la sociedad patriarcal a la que Ada pertenece. Muy pronto nos enteramos por ejemplo, que el padre de Ada la ha casado con un hombre al que no conoce. Sin embargo, para Ada el mutismo es una suerte de escudo protector, forjado por un pasado que no conocemos, quizá un trauma o la huella de un abuso. De hecho, Ada no se considera silente y se apropia del piano para hacerse escuchar y para invertir también el rol burgués y femenino que en esa época se le daba a dicho instrumento.

Además de las escenas en las que Ada toca el piano (vale la pena mencionar que la actriz Holly Hunter aprendió a tocar el piano y es ella misma quien lo toca en estas escenas), la película cuenta con una banda sonora del pianista británico Michael Nyman, una mezcla de música clásica y contemporánea, que se utiliza para definir el ambiente de la película y acentuar el carácter y las emociones de los personajes.

Flotando, hundido en las profundidades del océano reposa un piano (tumba), sumergido entre el vaivén de las algas y peces, entre el pasado y el presente. Atado a él se mece un vestido victoriano que cubre el cuerpo (fantasma) femenino presuntamente inerte de Ada o al menos una versión pasada de Ada. La última imagen de El piano se funde a negro, acompañada de la voz en off (la voz de Ada que perdió a los seis años y que por lo tanto, incluso desde su mente nos habla con ese tono infantil): “Hay un silencio donde nunca ha habido sonido / Hay un silencio donde no puede haber sonido / En la fría tumba –bajo el profundo, profundo mar”. Se trata de los versos de Thomas Hood que redondean una circunferencia en la cual la tensión entre el sonido y el silencio se contraponen para dibujar la transición de la opresión a la liberación de Ada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *