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Jessica Rivera Hamed

 

Siempre había asociado el bordado con una actividad pasiva forjada en el estereotipo de la feminidad con el que muchas ya no nos sentimos representadas. Fue en 2011 que por primera vez vi un colectivo de personas bordando como un acto de protesta y resistencia en la Plaza de Armas de Cuernavaca, en una de las múltiples acciones que realizaron (realizamos) integrantes de la Red por la Paz y la Justicia, que diera origen al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, movimiento que puso en el centro de la agenda pública nacional que la supuesta guerra contra el narcotráfico nos estaba matando, ya había alcanzado a nuestros más cercanos, amigos, maestros, maestras, vecinos. 

 

Pero las artes textiles han caminado de la mano de la resistencia desde mucho antes: desde los estandartes de las sufragistas, los vestidos de las mujeres de la primera intifada palestina, los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo o el edredón conmemorativo de personas fallecidas por SIDA (AIDS Memorials Quilt), hasta el memorial por los 49 años del Golpe de Estado en Chile, el costurero de la memoria en Colombia o las iniciativas Paremos las Balas – Pintemos las Fuentes o Bordando por la Paz y la Memoria, en el contexto de la violencia desmedida causada por la disputa entre los cárteles de droga en México y la fallida estrategia de seguridad del ex presidente Felipe Calderón.

 

A raíz del feminicidio de Ingrid Escamilla y frente a la indignación de una realidad que nos arrebata 11 mujeres al día, por razones de género, la artista visual,María Antonieta de la Rosa (María Mandarinas, como la mayoría la conocemos), impulsó en 2020 una procesión funeraria en todo el centro de Cuernavaca ala que convocó a colectivas y mujeres que tuvieran la disposición para participar.

 

Como consecuencia de esta actividad y junto a Xochiquetzal Salazar, Xóchitl Guzmán y Karime Díaz, surgió la iniciativa “Las nombramos bordando” con quienes más tarde, y convocando a más mujeres a través de redes sociales, realizaron un funeral en el marco del 8 de marzo en el que bordaron colectivamente durante toda una noche, a partir de una base de datos, nombres de mujeres víctimas de feminicidio. “Las nombramos bordando es un proyecto colectivo que tiene como objetivo hacer un memorial textil con los nombres de las víctimas de feminicidios específicamente del estado de Morelos. Hemos alimentado una base de datos gracias al mapa de feminicidios de María Salguero y también, parte de nuestra investigación, con notas de prensa” que nos compartió María. Con los bordados que se trabajaron esa noche, fue tapizado el ataúd utilizado en la primera procesión y se realizó una segunda procesión que se unió  a la marcha del #8M convocada en Cuernavaca. 

 

Las nombramos bordando ha realizado 3 convocatorias consecutivas para promover este ejercicio colectivo de bordado, y lo ha acompañado de acciones formativas con un perfil feminista como:charlas, talleres, pláticas de ecofeminismo y autocuidado, con el objetivo de compartir y acompañar el proceso del bordado. “El impacto de recibir el nombre que vas a bordar y tal vez buscar una nota relativa a la  persona, o más información, es un proceso muy doloroso, y queríamos complementar o balancear esta acción de bordado (…) la última sesión la concluimos con un poema realizado por todas las participantes y creo que se está conformando una red en la que nos seguimos enviando información, convocatorias” compartió Xóchitl Guzmán.

 

En el cierre de la última convocatoria fui invitada a compartir mi música y aquello fue un alivio en medio del dolor colectivo.

 

Hoy he logrado entender el bordado como herramienta subversiva en manos dispuestas al diálogo, a veces en voz alta, a veces en silencio, es una posibilidad de resistir a la desmemoria y reconstruir pedacitos de la realidad que nos arrebataron.

El textil colectivo de Las nombramos bordando, se expuso en el Centro de Desarrollo Comunitario Los Chocolates, en donde participaron junto al proyecto Animalas y Lumbreras, actualmente está exhibido en el Jardín Borda, en el marco del Festival de arte feminista Verde Violeta.

 

Consulta en las redes: Las nombramos bordando en Facebook e Instagram.

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