Swimming fue el último disco en vida y Circles el primer disco póstumo de Mac Miller, y hay una conexión entre estos álbumes de la que se tiene que hablar, ya que es totalmente intencional por parte de Mac.
Swimming es un viaje a través de la mente de Mac en busca de aceptación.
Inicia introduciéndonos al álbum, dando a entender que este álbum no va a hablar de amor como tal. La relación con una mujer no es el problema en su vida ahora, su problema es la depresión y la relación que tiene con el alcohol.
Es de cierta forma diferente a sus álbumes anteriores y habla de cómo ha decidido empezar a nadar a través de las dificultades en vez de hundirse.
Vemos mucho cómo en su vida hay un contraste muy claro entre lo que es bueno y lo que es malo, este contraste es lo que lo hace sentir humano. Aunque las personas lo relacionen siempre con sus adicciones, él sabe que vale mucho más que eso.
Se acostumbró a sentirse cómodo en el desastre que es su vida y quiere romper ese bucle. Gracias a todo esto, él termina en un punto medio entre el bien y mal. El blanco y el negro de su vida se mezclan y hacen que se encuentre en un estado gris, entre sentirse cómodo en la desgracia, y querer avanzar, pero con un miedo de no lograrlo que lo paraliza.
Vivió toda su vida sin darse cuenta de lo que estaba pasando alrededor suyo. El mundo es pequeño y conoce mucha gente, pero las personas de su alrededor no hacen ninguna diferencia, su mismo entorno es una de las razones por las que no puede avanzar.
Las sustancias a las que es adicto le sirven como combustible cuando se va a estancar, entonces se encuentra en un constante intento fallido de auto-control. Está confundido ya que sentía que las drogas lo impulsaban, pero se dio cuenta de que realmente lo estaban llevando a un vacío muy oscuro.
Tiene unas ganas intensas de hacer un cambio y romper el patrón en el que vive, pero una serie de cosas no se lo están permitiendo.
Algo que me gusta mucho es cómo Mac dice en la última canción de Swimming “So it goes”, que se puede llegar a escuchar como “Circles”, y es una de las razones que nos deja muy claro que hay una conexión entre ambos discos.
El productor Jon Brion completó el álbum Circles, porque Mac no lo terminó, algo que me parece muy triste, ya que dejó el álbum inconcluso igual que su búsqueda por cambiar.
Este álbum me confunde a veces, porque es una mezcla extraña entre esperanza y resignación.
Nos habla como si estuviera tratando de darnos confort para no preocuparnos por él.
Ha tratado de cambiar, pero ya se resignó a la idea de que ésta no es una posibilidad para él. Sólo quiere paz, poder pasar un día sin ninguna complicación. No quiere pensar en el futuro, sino vivir un día a la vez sin que pase nada malo.
Está cansado de vivir todo el tiempo lo mismo, siempre hay una razón para seguir y es lo único que quiere escuchar. Intenta estar bien, sin cambiar nada, porque está harto de pensar en el futuro, y malviajarse por cosas que ni siquiera han pasado; “Rather fly around like there’s no ground” (prefiero volar como si no existiera un suelo). Pero esto lo deja en el mismo bucle de siempre, sin poder salir del patrón.
Me encanta que en Circles tenemos la canción “Everybody”. Es un cover, pero resignificado con el toque de Mac. Es como si intentara darle una nueva vida a la canción original, como él mismo ha querido encaminarse a una nueva vida.
Pero volvemos al miedo a estar bien, y no es el miedo a estar bien tal cual, si no un miedo a estar bien y después perderlo todo de nuevo, porque sabe que mientras más arriba estés, más va a doler la caída.
Sabe que hay una persona en alguna parte del mundo que lo va a entender y que existe algo mejor, pero aunque sepas que hay un cielo, es difícil llegar cuando estás muy abajo (‘Cause heaven too far when you live in the basement).
Amo a Mac Miller, es increíble cómo te puedes sentir acompañado con sus canciones, pero me pone inmensamente triste cómo nunca pudo salir del patrón ni tener la fuerza de voluntad para tomar acción. Dice que sigue esperando una puerta abierta, pero el mundo la mayoría de veces se trata más de buscar que de esperar a que las cosas aparezcan por sí solas. El asunto es que a veces no entendemos que la depresión y la ansiedad son problemas muy reales, y te pueden paralizar como cualquier enfermedad. Hay veces que por más que lo intentes, no tienes las herramientas para encontrar un nuevo camino, además de que intentarlo una, y otra, y otra vez, claro que te va a llevar a un punto de agotamiento muy fuerte. “Un día a la vez”, ¿pero cuántas veces?
El primer álbum es muy esperanzador, nos motiva a buscar un cambio y a abandonar la miseria emocional, pero el segundo nos enseña que no siempre que se quiere se puede, y que a veces tu cabeza y tu entorno pueden ganarte la batalla.
A final de cuentas Mac Miller estaba nadando, pero en círculos (Swimming in Circles).
Y este proyecto musical confirma cómo Mac Miller siempre tuvo la capacidad de convertir cualquier situación (por más terrible que sea) en arte.
No sólo hacía canciones hermosas, sino que eran “canciones amigas”. Ese tipo de canciones que te acompañan en los momentos más oscuros, pero también los más felices. Quizás Mac no logró cambiar su vida como quería, pero sí la vida de millones de personas que lo escuchamos.