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Pareciera que la política electoral empieza a contaminar decisiones que tendrían que ser unánimes por mera humanidad y compromiso de Morelos con su futuro.

La Universidad Politécnica del Estado de Morelos fue fundada en 2004, durante la administración de Sergio Estrada Cajigal, y no solo ha sobrevivido a toda clase de gobiernos estatales y municipales, también se ha consolidado como una de las veinte mejores universidades del país de acuerdo con la evaluación de empleadores. Sus casi tres mil estudiantes, cientos de maestros y decenas de trabajadores administrativos, significan para Jiutepec, además de la oportunidad de ofrecer espacios educativos a miles de jóvenes, un impulso económico sumamente importante.

Con un muy reducido presupuesto, menos de 54 millones de pesos al año, la universidad ha sabido ofrecer un servicio de excelencia y para ello había tenido siempre el respaldo de los políticos que, en el mejor de los casos se preocupaban por el funcionamiento adecuado de la institución y en el peor la dejaban en paz.

La cuestión de si la Upemor tendría o no que pagar impuesto predial a Jiutepec, municipio que la aloja, tendría que estar ya superada, el aporte anual que hace la universidad a la economía, sociedad y cultura en el municipio es mucho mayor que el millón 264 mil 175 pesos que significaría su contribución de acuerdo con el valor catastral del predio y construcción.

Frente a tales argumentos, uno solo podría pensar que oponerse a eximir del pago de predial a la Upemor proviene de la mezquindad de un posicionamiento electoral más que de una decisión política racional. La explicación es muy simple, los regidores que en la sesión de cabildo para discutir el tema se pronunciaron votaron contra la solicitud pertenecen a una opción política diferente a la que la propuso y aprobó por mayoría.

Los regidores del PAN, PRD, y RSP, aliados de Eder Rodríguez Casillas, candidato a la alcaldía del municipio por la coalición ‘Dignidad y Seguridad por Morelos, Vamos Todos’, prefirieron oponerse a quien ahora ven como su adversario, David Ortiz Muñiz, alcalde suplente y candidato de Morena, que mostrar el compromiso que se supone su coalición tiene con la educación y la juventud del estado.

Las diferencias partidistas o ideológicas no tendrían que significar la exclusión absoluta, hay muchos temas en los que todos tendrían que estar de acuerdo, y uno de ellos es el apoyo que requiere la educación, regatearlo por una diferencia política evidencia una enorme falta de generosidad no contra los adversarios políticos, sino con la sociedad a quienes esperan servir y a la que, con acciones como esa, acaban ofendiendo.

Aunque para los políticos el mundo se detiene en las elecciones, para toda la sociedad la vida sigue a pesar de ellas, deberían entenderlo y respetarlo.