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JOSE ANTONIO GÓMEZ ESPINOZA

“Aprender a ser” es el cuarto pilar de la educación el cual aparece en el Informe Delors. Este informe se presentó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). “Aprender a ser” le da sentido a esta actividad al tiempo que resume e integra las otras tres columnas de la educación, “Aprender a Conocer”, “Aprender a Hacer” y “Aprender a Convivir”. Es decir, este cuarto pilar define la intención de toda educación. 

La educación en cualesquiera de sus ámbitos y niveles adquiere sentido, en tanto que, promueve el desarrollo integral de los humanos desde sus dimensiones cognitivas, emocionales, sociales y espirituales. “Aprender a ser” implica no solo el desarrollo de la mente, sino también del cuerpo, el corazón y el espíritu.

Aunque, en la práctica esto no ha sido así, toda vez que en la educación se ha privilegiado el “aprender a conocer” y el “aprender a hacer” bajo un enfoque utilitario. Por lo que la educación se enfoca de manera prioritaria a satisfacer el mercado laboral.

La mayoría de los proyectos educativos tienen estavisión utilitaria a través de una formación para el trabajo, para el mercado laboral. Es por esta razón que la formación en ética, filosofía, humanidades o el civismo que van al desarrollo del ser, se consideran obsoletas y hasta inútiles tanto en el pensar de la gente como en la práctica educativa. 

El pensamiento dominante, privilegia y nos ha capacitado bajo la lógica del “TENER” olvidando el desarrollo del “SER”. La lógica del tener promueve una cultura acumulativa como proyecto de vida. Así, si hay una televisión en la sala de la casa, la lógica consumista obliga a tener dos, tres o más, a consumir más. Los productos, son cada vez más desechables.

Los celulares son un ejemplo claro.  Estos equipos tienen una caducidad cada vez más corta pues el mercado los hace obsoletos; por otro lado, se imponen tendencias y modalidades que promueven el consumo de marcas caras como una forma de “status”. Mucha gente compra la idea y el producto también.

Por otro lado, poco ha avanzado la educación en cuanto al desarrollo de la cultura, de los valores universales y locales, del disfrute de las cosas más bellas y sencillas de la vida, las que dan sentido a la existencia humana.

El “aprender a ser” va más allá del desarrollo cognitivo o de habilidades y destrezas, implica también eldesarrollo de las mejores emociones y sensaciones humanas, que potencien nuestra sensibilidad para escuchar una obra musical, ver una obra de teatro o danza, sentir el éxtasis de un amanecer o un atardecer. Pareciera que este desarrollo del ser es una pérdida de tiempo en el contexto acumulativo del pensamiento dominante.

“Aprender a ser” nos lleva al desarrollo del valor estético de la naturaleza y del hombre a través del arte en todas sus expresiones; el desarrollo de los valores que nos hacen humanos, como la solidaridad, el sentimiento de justicia, de armonía, el disfrute de una pareja, la familia, los amigos, etcétera, “aprender a ser” implica aprender a dar valor y vivir plenamente todo lo que da sentido a la existencia humana, saber “perder el tiempo” en lo que le da sentido a nuestra existencia. 

En este contexto, la UNESCO dice que la educación debe permitir que cada persona desarrolle y nutra un pensamiento crítico, de juicio propio. Es decir, el desarrollo de todos los potenciales de la persona. Por lo que la misma UNESCO sugiere algunos propósitos del “aprender a ser”:

a.- El ejercicio de libertad que se deriva de un pensamiento autónomo y crítico que permita tener juicios propios y como consecuencia una libre determinación y acción.

b.- El desarrollo de sentimientos y de la imaginación, para construir la utopía de mundos mejores.

c.- Privilegiar la creatividad y la innovación para el bienestar de la sociedad al considerar el conocimiento y sus productos como un bien social.

d.- Promover la cultura universal en el contexto de la cultura local que dé identidad y compromiso.

e.- Desarrollar principios y valores como la solidaridad, la justicia y el amor.

La educación adquiere sentido cuando coloca como eje vertebrador el desarrollo del ser humano de manera integral y equilibrada. De allí la importancia y necesidad de que se lleve a la práctica educativa la premisa expresada como el cuarto pilar de la educación: aprender a ser.