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Foros regionales de Cultura

 

Después de una década de trabajo, y de una persistencia inquebrantable, el Movimiento Cultura 33+3 vio concretado uno de sus máximos objetivos: este 14 de febrero, en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad” se publicó la Ley de Cultura y Derechos Culturales para el Estado de Morelos. De nadie es desconocida la pugna entre el titular del Ejecutivo, Cuauhtémoc Blanco, y la mayoría de quienes integran la LV Legislatura del Congreso del Estado. Sin embargo, se logró que la Ley no se quedara en la congeladora.

Se dice fácil, ahora que el proceso es anécdota, pero es, a más de los cabildeos y las innumerables mesas técnicas, el resultado ejemplar de cuando la sociedad civil se organiza y rompe la parálisis o la sinergia de las cúpulas políticas. Me permito unos apuntes de recuento debido a mi participación en uno de los procesos más poderosos políticamente de los que podamos hacer memoria en Morelos y en México. La memoria también es justicia y agradecimiento.

En su creación intelectual y socialización, desde los foros de consulta hasta su revisión y aprobación, la visión, suficiencia y rigor intelectuales, disciplina, constancia y sensibilidad política de diversas mujeres fueron clave en todo el proceso: Alma Leticia Benítez, Alejandra Rangel Olvera, Bárbara Martínez Moreno, Nora Brie Gowland e Isadora Escobedo, prestigiadísimas y talentosas gestoras culturales, académicas y creadoras dieron un sello a ley, que va de la transversalidad, la interseccionalidad y la intersectorialidad con enfoque de derechos humanos.

Por su parte, Margarita González Saravia, entonces Secretaria de Turismo y Cultura, además de haber participado asertiva y efectivamente en la revisión de la iniciativa, gestionó políticamente para que la diputada morenista Alejandra Flores Espinoza, entonces presidenta de la Comisión de Educación y Cultura (CEC) atrajera al Congreso la iniciativa impulsada por Cultura 33+3. Después, también como legisladoras y titulares de la CEC, Edi Margarita Soriano Barrera y Macrina Vallejo, dieron continuidad y lograron votaciones unánimes para aprobación unánime de la Ley y el decreto para que el Ejecutivo la publicara en el Periódico Oficial Tierra y Libertad. Los inicios para la consulta fueron posible gracias a la diputada Erika Hernández Gordillo (entonces PANAL-hoy Redes Sociales Progresistas).

Desde el principio fue fundamental el apoyo y generosidad intelectual de los doctores Bolfy Cottom y de Jacinto Pino(+). No podemos dejar de lado la interlocución de Eleonora Inzunza por parte de la Secretaría de Turismo y Cultura, ni del acompañamiento del Departamento de Trámites y Servicios Legales del Centro INAH Morelos y su director, el Antrop. Víctor Hugo Valencia Valera.

Como en todos en todos los ámbitos de la vida pública, la condición humana también se impone, No faltaron los agoreros del pesimismo y el sabotaje, que nunca dejaron de pregonar el fracaso anticipado. Por supuesto, dicha ley no es perfecta, pero es un instrumento jurídico cuyo perfil reglamentario es garantista porque articula y modela, por primera vez en nuestra entidad un núcleo de derecho cultural.

Ahora más que nunca el gobierno estatal y los ayuntamientos están obligados a garantizar el acceso a bienes y servicios culturales. La Constitución estatal lo dice en el Artículo *1 Bis: “En el Estado de Morelos se reconoce el derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios culturales. Será obligación del Estado promover los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones, con pleno respeto a la libertad creativa. La Ley establecerá los mecanismos para el acceso, fomento y participación de cualquier manifestación cultural.”

Pero eso era un precepto constitucional desde la abstracción jurídica. Ahora, en su naturaleza y objeto, Art. 1º, la Ley de Cultura y Derechos Culturales busca “promover y proteger la diversidad cultural, preservar y enriquecer el patrimonio cultural y biocultural, planear las políticas públicas en la materia, fomentar y desarrollar la cultura para el estado de Morelos; corresponde su aplicación al Titular del Poder Ejecutivo Estatal por conducto de la Secretaría de Turismo y Cultura y de los Ayuntamientos por conducto de la dependencia que para tal efecto determinen”.

¿Qué viene? Coadyuvar en la reglamentación para que la máxima institución cultural asuma su papel rector como cabeza de sector, y exigir la progresividad en el cumplimiento de sus objetivos. Obras son amores y no palabras, el sector cultural tendrá que exigir para materializar la ley y que ésta no sea letra muerta. Sin recursos materiales, económicos, humanos, en especie o de logística, todo será demagogia. Por encima de las diferencias, hay un principio unificador: Que el derecho cultural garantice el desarrollo cultural para todos los pueblos y comunidades de Morelos.

Y como no hay política pública sin diagnóstico, Cultura 33+3 trabaja en ello. Los domingos, 18 y 25 de febrero, y 3, 10 y 17 de marzo, en Coatlán del Río, Cuautla, Xoxocotla, Yautepec y Axochiapan se llevarán a cabo los Foros Regionales para el Desarrollo Cultural. El sector enfrenta una crisis cuyos efectos no hemos leído a contraluz del sismo del 2017, la pandemia por Covid-19, la crisis del sistema político local, su corrupción, y la terrible violencia producida por el narcotráfico.

Si no es cultural, no es transformación.

Por un desarrollo incluyente de la cultura en Morelos.

Consulta la ley en https://www.facebook.com/Cultura33/posts/pfbid02EvUgoPMfNPFYVVKFt4Qrf3dCWEQd7nXFFCjPVcWfwmKUmhiirfJjPZ8aApE6zBznl